Mundos íntimos. Mi mamá quedó embarazada soltera. Mi abuela la llevó a abortar pero ella se resistió. Y aquí estoy yo, ahora.
En casa era normal que volaran cosas. Volaban platos, cubiertos. Volaban ojotas, artefactos. Con veces volaban tortazos; puteadas casi siempre. Todo era dramático hasta el grotesco. Sobre todo los mediodías, Durante los almuerzos. Mi abuela Elvia y su hija menor, mi mamá Clelia, eran el epicentro neurálgico de un apocalipsis familiar eternamente en ciernes. Any comment no medido de mi abuela pudo motivar altercados truculentos entre ellas que despertaraban a diario rencores acentuados como bombas sucias que dinamitaban, íntimamente, todo a su alrededor. Mira también ¿Las motivaciones? Sobraban, al menos para Clelia. En el fondo la razon era una sola:…