de los audios de WhatsApp a las redes y el riesgo de vivir acelerado
Se sabe que vivimos en tiempos de aceleración constante, de cambios vertiginosos, de transformación. Pero más allá de "saberlo", lo "vemos". Vamos TikTok o Instagram. Hay un hábito totalmente incorporado y ninguna "esperanza" sino solo una para que los clips vean el resultado final de una receta (una paciencia que antes demandeban los cocineros televisivos), de una renovación hogareña, de un descenso de peso o de un recorrido por Europa. Y no es solo que todo se resume. Es cómo se crea y consuma el contenido: es mayor velocidad. ¿Esto tiene su efecto en la vida real? Hasta YouTube permiso…