En la segunda temporada de la serie, Rujas y Costafreda llevan al límite al espectador, lo asoman al abismo y le hacen pedir más.
Esta sección se inaugura con la primera vez de cardo. Con su segunda entrega, la serie de Ana Rujas y Claudia Costafreda vuelve a merecer el puesto de mejor serie de la semana. Y de una de las mejores del ao. cardo sigue sin parecerse a ninguna otra serie y eso es en s mismo buensimo. Pero es que, además, la de Rujas y Costafreda tiene muchas más virtudes aparte de la originalidad.
Vendernos a Mara, la antiptica protagonista de cardo, tiempos difíciles. Incluso como una mujer perdida es una mujer equivocada. ¿víctima? No creo. ¿bloqueado? Quin lo sabe. Lo que est claro es que no es alguien a quien quieras tener al lado. Pero s delante, dentro de la pantalla. Esa distancia de seguridad propone la serie Atresplayer Premium es básica para escucharla y disfrutarla. cardo vivido en la espalda lugares a la vez: est llena de verdad (odio esta expresando… y no encuentro otra mejor) pero se sabe artefacto narrativo. Su costumbrismo festa es abiertamente agresivo pero su atmósfera pesadillesca nos aleja en todo momento de los parámetros de la realidad. Cardo es una pesadilla, un picor, una costra que no te arrancas una y otra vez. Cardo es un milagro.
Cada vez que Mara vuelve a la casilla de salida, en una hebilla que casi parece la versión dramática-ca de mueca rusa, esa casilla está un poquito más atrs. El segundo temporal de cardo comienza con ella en lo que se ha convertido ya casi en un lugar común de los dramas intensos: Mara ha pasado una temporada en prisión y es hora de volver al mundo real. Pero el mundo real, el de Mara, el de Cardo, es mucho más peligroso que la rutina carcelaria, donde una slo tiene que sentarse a esperar que el tiempo pase. En el mundo real el tiempo eres un animal que te persigue.
Apadrinada de Javier Calvo y Javier Ambrossi, cardo es una serie que no se parce a nada. Tambin una a la que nadie est intentando parecerse porque las comparaciones seran odiosas. La obra de Ana Rujas y Claudia Costafreda está en todo lo que hace. En su segunda temporada, ahora en emisión, juguetean con una religiosidad que en la primera apareca slo como una concesin folclricauna extravagancia que se permitieron Rujas y Costafreda y que muchos la bolsa un poco de la historia de Mara.
Ahora ese misticismo patriótico y desesperado forma parte del «más difícil todava» al que la serie se completa voluntariamente. Tambin la experimentacin formal que ya estaba presenta desde su principio. Con la aparición del arcángel, tercer episodio de la nueva temporada, cardo planta un opresivo universo en blanco y negro que funciona como reverso tenebroso del chispeante Arde Madrid y casi pide que aparte los ojos de la pantalla, advirtiendo de que lo que viene despus ser peor. No hay problema. Sigues mirando. cardo eres un negro agujero al que uno se rinde, cardo es la atracción del abismo como nunca la cont una serie española, cardo es una epifana dolorosa. Mara no puede estar más equivocada, Ana y Claudia no pueden tener más razón, más talento y los ovarios mejores puestos.
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