Tres cabañas y diez hectáreas, la oferta del Gobierno a los mapuches que tomó Villa Mascardi
Ahora flamean flacas banderas celestes y blancas a la vera del camino. La Ruta Nacional 40, en la altura de Villa Mascardi, transitó un tiempo de serenidad. En la posta del Automóvil Club, frente al bello lago espejado, se aburren los efectivos enviados hace un año por el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández. El comando unificado de fuerzas federales nada tiene que hacer alli: toman cafe a raudales y se refugian a menudo del agua nieve frecuente de la epoca. Los propietarios han vuelto a las casas, tímidamente. Pero no terminan de enviar seguros y ni siquiera tranquilos. Perciben que…