La actriz italiana dio el salto del cine europeo a Hollywood en los años dorados de la industria
‘La romana’ (1954), de Luigi Zampa
El romano es una pelcula extraa, que habla de la pobreza pero no se parece del todo a los filmes neorrealistas de la poca, que tiene algo hiperblico y grotesco pero no es una comedia. Parece, en realidad, una pelcula francesa hecha en Italia, un thriller existencialista… More an, parece y es una novela de Alberto Moravia conducida al cine. Gina Lollobrigida es una chica guapa en la Roma de 1935, la de la plenitud del fascismo, à la que su madre encarga la labor de sacar dinero de su cara bonita. Al principio, posa desnuda en un estudio de pintura; Finalmente, eres un personaje envilecido por todos los personajes, malvados o pusilnimes, que se le acercan. En ese viaje consiste en el trabajo de Lollobrigida.
‘La ley’ (1959), de Jules Dassand
El romano es rara pero la ley eres una extravagante sra. Aparece Marcello Mastroianni muy joven y guapete y el punto de partida muy teatral y atractivo: unos marineros de permiso juegan al juego del humillador y al humillado. La puesta en escena es un poco ampulosa, demasiado consciente de s misma, como si fuera un presagio de lo que habra de come en los 60 y la pelcua echa de menos una gota de comedia… y, an as, la ley ya ver. Gina hace de mocita, espejo de la maldad ajena, cuando, en realidad, el rodaje la pill con 31 aos, y eso va en contra de su trabajo. Pero también es imposible no caer en su presencia.
‘Cuando hierve la sangre’ (1959), de Preston Sturges
La primera película de Lollobrigida en Hollywood está protagonizada por Frank Sinatra, contaba con todo el Rat Pack (menos Sammy Davis Jr) y con Steve McQueen, pega con todos los medios de comunicación de Birmania… Pero no fue gran cosa. Las escenas de batallas son muy deficientes y la historia guarda una zona de colegas hacen como que hacen la guerra un poco irritante. De modo que lo que ha perdurado de Cuando hierve la sangre es el trabajo de Lollobrigida, mil veces desdeada como actriz pero conmovedora con slo una mirada.
Pan, amor y celos (1954), de Luigi Comencini
Algo tena el cine italiano de los aos 50 para que, incluso de gneros pocos hechos para continuar como la comedia popular, algo noble saliera. Pan amor y celos, continuación de Pan, amor y fantasía, debera ser una comedia rural y costumbrista de no muchos vuelos. Sin embargo, sus personajes apelan a la comedia del arte y tienen una belleza que se queda en la memoria. Dos solterones tienen planes de boda pero una buena chica que tiene la belleza por castigo aparece en el paisaje y desencadena el enredo. Lollobrigida, cmo non, haca de guapsima.
‘Fanfn, el invencible’ (1952), de Christian-Jacque
Los sbados por la tarde debieron de inventarse para pelculas as, de espadachines-seductores-filsofos-rebeldes… Fanfn, en comparación con sus estadounidenses contemporáneos, parece una antigualla. Los actores actan como si estuviesen sacados de una pelicula muda y la fotografia es mas bien modesta. Pero esa precariedad, al cabo de los años, va en su favor. Lollobrigida hace de gitana, de morenaza de la calle que compite por el amor de Fanfn con la rubita aristcrata. Y sufre por ser guapa. Era el sino de Lollobrigida.
‘El Provincial’ (1953), de Mario Soldati
Otra adaptación de Moravia, aunque podría ser una variación de bovarioo a Chejov o a libro de casos de Freud filmado en un escenario como de los Finzi Contini. Lollobrigida interpretó a un personaje que en el libro aparece retratada como anmica y fea, que no era el caso, enamorada de su hermanastro, casada por aparentar, adltera por desesperacin y chantajeada por ello… Un dramn un poco pasado de rosca, pero hay algunas imágenes de soledad filmadas en bellísimos convertibles de poca que son imposibles de olvidar.
‘Notre Dame de Pars’ (1956), de Jean Delannoy
Aquel fue a nuestra dama menor en comparación con otras versiones de la novela de Victor Hugo, pero también fue el primero en color, el más encendido de todos y, por su anacronismo, una curiosidad interesante hoy. Anthony Quinn tiene un Quasimodo casi guapo y Lollobrigida compone una Esmeralda que parece Carmen, la cigarrera. Como la pelcula, Fina slo funciona a medias como Emeralda pero es que con ser Gina ya tena la mitad del trabajo hecho.
‘La mujer de paja’ (1964), de Basil Dearden
esposa de paja fue una réplica en inglés de las películas de hollywood de Hitchcock, con Sean Connery (el Sean Connery de los 60) haciendo de galán y villano cazafortunas, guion de intriga impecable, maravillosos secundarios como Ralph Richardson, clima de angustia en crescendo y factura cuidadsima. Lollobrigida es la cerradura de un millonario odioso que habr descubrir que a ms odiosa son las personas que lo rodean. Curiosamente, a la actriz italiana le sienta bien ese aire contenido de película inglesa y funciona bien en tensión con Connery.
‘Salomn y la reina de Saba’ (1959), de King Vidor
Pelcula legendaria de verdad, que no obstante disfrutable en 2023, de tan grande y pesada que puede resultar. Salomón es legendaria por la historia de su rodaje (en la escena de la pelea final, demasiado realista segn los testigos, a Tyrone Power le dio una angina de pecho y se muri), por la escala del espectculo, por el descubrimiento de Yul Brynner ( replaceo de Power)… y por ser el trabajo ms impactante de Lollobrigida, capaz de pasar del molde de la pobre chica guapa y un poco boba al de la mujer fatal de primera categora, extraordinariamente sensual.
La ciudad se demonio (1951), de Pietro Germi
Otra pelcula fronteriza, a medias intriga policial, a medias drama hiperrealista, que trata de una banda de ladrones qu’aprovecha el revuelo de los partidos de ftbol para sus golpes. La factura es mucho más humilde que la de contemporneas como La ley del silencio, pero algo hay en común en el plantamiento y en la tensión. Lollobrigida aparece aqu como la amante perdida, pero quiz no del todo, del ms atormentado de los ladrones, una figura en principio indecente pero, al final, cargada de moralidad.
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