El Girona renueva sensaciones y hunde en la trinchera al Rayo en la Copa del Rey | Fútbol | Deportes

El destino caprichoso unía al Rayo Vallecano y al Girona en los octavos de la Copa del Rey en Montilivi. Dos conocidos con entrenadores que han vivido en ambas casas, un hilo rojo que une a Míchel y a Francisco. Un encuentro repetido —se enfrentaron en la misma ronda de la competición hace dos años— pero con un resultado que prolonga la voraz ola futbolística del Girona: Cristhian Stuani capitaneaba la victoria (3-1) contra el Rayo que le permitía pasar a cuartos por segunda vez en su historia.

3

Juan Carlos, Miguel Gutierrez , Arnau Martinez (Yan Couto, min. 45), Daley Blind, Juanpe (Antal Yaakobishvili, min. 45), Tsygankov (Valery Fernández, min. 60), Yangel Herrera (Aleix García , min. 60), Sávio, Jhon Solís, Portu y Stuani

1

Daniel Cárdenas, Martín , Josep Chavarría, Abdul Mumin, Andrei Ratiu, Unai López, Isi (Álvaro García, min. 66), Óscar Valentín (Jose Pozo, min. 82), De Tomás (Trejo, min. 66), De Frutos (Falcao, min. 75) y Nteka

Goles 1-0 min. 14: Stuani. 2-0 min. 18: Stuani. 3-0 min. 26: Daley Blind. 3-1 min. 35: Nteka.

Árbitro Jorge Figueroa Vázquez

Tarjetas amarillas Nteka (min. 47)

Míchel, entre bajas y necesidad de huir del tropezón con el Almería en Liga, salía con un once más que titular con siete cambios respecto al equipo inicial del último empate contra el colista de la competición doméstica, mientras que Francisco solo presentaba dos variaciones. El ambiente era frío, y nada tenía que ver con la meteorología: se registraba la peor entrada de la temporada con 7.911 espectadores.

Pero no impedía la victoria del local. El Girona avanzaba desde atrás confiado, enfocado en dominar el balón ante la cerrada zaga del Rayo que revocaba y repelía los centros de Savinho, y un Cárdenas que rechazaba los disparos de Tsygankov. La peligrosa posesión del equipo de Míchel pronosticaba el resultado. Solo faltaba encontrar la experiencia de un conocido capitán uruguayo que, a pesar de perder minutos, no se olvida de lo que más le gusta hacer: marcar. Un balón filtrado de Tsyganokov encontraba el desmarque de Portu para preparar el gol de Stuani. Pero había más para él: Mumin erraba y se maldecía al regalar un penalti que Stuani metía a lo Panenka. El veterano no se cansaba, y seguía buscando el hat-trick junto al impulso frenético de todo el equipo. Portu, presente en los dos goles, volvía a imponer presencia y dejaba un remate perfecto para Blind, sonriente tras marcar el tercero en el templo del líder liguero.

El hambre era insuficiente para el Girona, y Montilivi estaba eufórico. El Rayo se hundía ante el desenfreno del equipo revelación de la temporada. Ni Chavarría ni los cabezazos de De Frutos encontraban la portería de Juan Carlos. Pero Solís erraba en la salida del balón y Nteka, con un disparo cruzado, ponía algo de vida en el marcador para su equipo.

El ambiente se caldeaba, y Stuani y Nteka se empujaban hasta ser amonestados. El Rayo salía más fuerte la segunda parte, sobre todo desde atrás, y forzaba errores del Girona, acercándose a la portería con más intentos de Nteka. Aunque, atentos, no se dejaban engañar, y seguían intentando aumentar la diferencia en un intenso pulso por recuperar el control total de la pelota. Aguantaba el Girona, con algo más de sufrimiento por falta de balón, y rozaba el cuarto gol hasta el pitido final.

Míchel no tenía compasión con su exequipo, y se olvidaba de cualquier idilio pasado. Sigue el camino imparable del Girona. Después reinar en Liga, el sendero hacia el trono en la Copa del Rey es cada vez más claro.

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