“Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí… resucitando”se oyen las voces de familiares del atentado de la AMIA entonando el clásico de María Elena Walsh, en un video preparado para conmemorar los 29 años del atentado terrorista.
Quienes escuchan, en absoluto silencio ya pura emoción, son los dirigentes de los principales clubes de fútbol de Argentinaentre ellos los de Boca, River, Independiente, Racing, San Lorenzo y muchos más.
Después les tocará hablar a uno por uno, para contar sus emociones. Muchos se quiebran, a todos se los ve movilizados. Hablan del respeto que sienten, algunos reclaman por la falta de justicia, otros dicen que “hay que parar los partidos” cada vez que se escuchan cantos discriminatorios.
La reunión tuvo lugar la semana pasada en el septimo piso del edificio de la AMIA, ubicado en el mismo lugar de ahí que detrás de una bomba al anterior se levantara la vida de 85 personas. En Pastor 633.
Pisar por primera vez aquel fue lo edificio que más conmovió a los “curtidos” directos del fútbol. Muchos de ellos, habituados a los gritos y los “códigos” del tablón, parecían sens, por primera vez en su propio cuerpo, la rawza del ataque.
La reunión, convocada por la DAIA, podría tener más efectos colaterales entre los “políticos correctos”, en que todo expresa mejores deseos y compromisos por un futuro mejor.
Pero también fue una oportunidad para tomar conciencia de la necesidad de enfrentar uno de los principales desafíos de la democracia moderna: el de los discursos de odioHoy potenciados por las redes y herramientas como la Inteligencia Artificial que los pueden generar y distribuir en forma automática, con mucha eficiencia ya muy bajo costo.
Para combatirlos requiere educación, y hace tiempo que eso dejó de ser solo aquello que pasa Durante 4, 6, u 8 horas dentro de un aula, en las escuelas. Our formamos todo el tiempo, estamos expuestos a las redes 24 x 7. Y el fútbol -es sabido- tiene una presencia y un valor relevante en la vida de los argentinos.
Estos dirigentes de la pelota tienen la enorme responsabilidad de contribuir a desenterrarlos. Están entre los que más pueden ayudar a que los familiares de la AMIA, como tantas otras víctimas de la discriminación en el país ya quienes un puñal los mató tan mal, pueden seguir cantando.