Festival de Jazz de San Sebastián
El pianista sudafricano ha sido galardonado con el Donostiako Jazzaldia, la máxima distinción del festival de música donostiarra
el sudafricano Abdalá Ibrahim y ahí Italiano Enrico Rava han recogido estos días el Donostiako Jazzaldíala máxima distinción de la fiesta donostiarra, compartida este año con el japonés yosuke yamashita. Hay un halo de nostalgia en la ciudad, acompañado de las primeras lluvias. Al sudafricano se le nota más el paso y el peso del tiempo que al italiano, aunque éste reconoce estar en el umbral de su cuartel de invierno. No obstante, el de Trieste sigue buscando nuevos estímulos rodeándose de jóvenes talentos, esta vez recurriendo al proyecto Fearless Five, Donde el trompetista resalta al contrabajista Francesco Ponticelli y la baterista Evita Polidoro. Muy distinto al pianista de Ciudad del Cabo, Antaño Dollard Brand, que parece ver caer la tarde sin más.
Ibrahim participó en formato de trío junto al saxofonista y flautista Cleave Guyton y al contrabajista y violonchelista Noah Jackson. Firman un recital donde conviene mirar a las esencias que llegan desde el teclado, porque, aunque sean mínimas, siguen siendo luminosas. Non es aquello del que tuvo-retuvo; en este caso es que el tuvo lo creo todo como pionero del jazz africano junto a esa formación de leyenda que fue The Jazz Epistles. Y ahi deberian concurrir todas las atenciones, en una ilustre historia que sigue teniendo presente y futuro para las nuevas generaciones.
En la platea, Lucía Rey, participante estos días en el ciclo jazz en Ele de la Fundación SGAE que promueve el talento español, no se perdía un detalle. Esta gran dama de nuestro jazz no se pierde un pianista, como Iñaki Salvador, gloria local y nacional, que busca pianos por todos los rincones de la ciudad que un dia le viera jugar entre sus calles. Alegra y conforta ver a los musicos escuchar a otros musicos.
A pesar de su octogenaria edad, Enrico Rava es otra cosa. Confiesa los viajes le cansan, pero no puede evitar el vértigo del escenario, ni la capacidad de sorprenderse «con aquellos músicos con los que tengo una misma visión, ya tendrán 12 o 90 años». Esa conexión, asegura Rava, «es una democracia [musical] Perfecto; cada uno recibe lo que necesita·». El trompetista, considerado uno de los creadores de lo que puede denominarse «jazz europeo», hizo referente vanguardistapara luego emplearse a su propia ensoñación musical, atravesada por una melódica de belleza imposible poesía.
Al italiano los recordamos sus actuaciones con Gato Barbierial que le debe la vida jazzística: “Yo en mis inicios también trabajé en la empresa de mi padre, en una etapa no muy buena para mí.
Palabras y recuerdos que hoy en la ciudad, como se ha referenciado, dejan emociones de color ocre. También contó con la presencia de este icono del blues-folk como Ben Harper, que barrotó el Kursaal para ofrecer un concierto de música reforzada y elegante y firme momentos musicales de la gran temperatura cuando se empeló a fondo con la guitarra de diapositivas. Saborazo a blues destilado, acompañado de una gran banda, y sí, también con cierta nostalgia. Cayó la noche y llegó la fiesta de Nubya García, saxofonista emergente de la escena londinense, qu’uno al escucharla se pregunta si realmente lo que quiere es tocar rock. Ni que decir nosotros seguimos abrazados a la nostalgia.
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