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Desafíos y oportunidades para el comercio interregional en América Latina

Desafíos y oportunidades para el comercio interregional en América Latina

En América Latina existen diversas uniones regionales, como el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, México y Perú), la Comunidad Andina de Naciones (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) y el Sistema de Integración Centroamericana (Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Belice y República Dominicana). Aunque todas estas organizaciones luchan por la integración comercial y económica, el comercio interregional representa sólo el 15% del comercio exterior de la región.

Andrés Allmand, secretario general de Iberoamérica, afirmó en una entrevista con elEconomista.es durante el IX Encuentro de Empresas Multilatinas en Santander que estos bloques enfrentan «enormes dificultades de disrupción y problemas de gestión». Según Allmand, la solución pasa por «mejorar los mecanismos» de la unión interregional, aunque admite que el principal problema es la «falta de voluntad política» para promover el comercio entre los países latinoamericanos.

Un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) muestra que América Latina y el Caribe no está aprovechando todo el potencial del comercio internacional como motor del crecimiento económico. En comparación con otras economías y regiones emergentes del mundo, el comercio interregional en América Latina representa menos de la mitad del de Europa oriental y Asia central y un tercio del comercio entre países de Asia oriental.

Allmand subrayó que había «mucho potencial de mejora», pero subrayó que había «falta de voluntad política». Además, señaló que el comercio exterior también tiene un gran potencial de crecimiento. Según el FMI, la suma de las exportaciones e importaciones de bienes y servicios en la región es sólo el 47% del PIB, aproximadamente 20 puntos porcentuales menos que en otras regiones.

El Secretario General destacó que los problemas de infraestructura y comunicaciones en la región son enormes, lo que dificulta aún más el desarrollo del comercio exterior. A pesar de estos desafíos, Allmand ve “enormes oportunidades de negocios, tan grandes como las que existían en los años 1980 y 1990”.

Según el FMI, otro factor que afecta a la estabilidad del comercio internacional e interregional es la «falta de cohesión y las barreras relativamente altas».

China, un gran socio comercial

Desde 2012, China se ha convertido en el segundo socio comercial de América Latina, con un volumen de negocios comercial acumulado de 440 mil millones de euros, y el primer socio comercial de América del Sur. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), entre 2000 y 2022, el comercio de bienes entre la región y China se multiplicó por 35, mientras que el comercio total de la región con el mundo solo se cuadruplicó.

La mayoría de las exportaciones de América Latina a China se centran en soja, cobre, mineral de hierro, petróleo y carne vacuna, que en conjunto representan el 72% de las exportaciones totales. Los principales socios comerciales de China en la región son Brasil, Chile, Perú, México, Ecuador y Argentina.

Allmand confirmó que las relaciones entre América Latina y Europa han sido «excelentes» durante todo este tiempo. Parafraseando al jefe de la diplomacia europea, sin embargo, mencionó que «América Latina no está en el punto de mira de la Unión Europea». Allmand cree que tanto España como Portugal consideran crucial reforzar la relación entre la región y Europa.

A pesar de algunos avances, como el impulso de la Presidencia española del Consejo Europeo para acelerar la conclusión del Acuerdo de Libre Comercio UE-Mercosur, no se han observado impactos significativos para los distintos interlocutores sociales.

En conclusión, fortalecer las relaciones comerciales es necesario porque América Latina es «la primera región del mundo en exportar alimentos» y tiene una clase media creciente en todo el mundo, lo que aumentará la demanda de alimentos.

Paralelamente, la Secretaría General Iberoamericana trabaja en el desarrollo de la región y la transmisión del talento iberoamericano. Allmand destacó el «potencial de talento» en este ámbito y anunció la firma de un tratado en Andorra que facilitará la transferencia de habilidades y la transferencia de datos profesionales.

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By Betania Malavé