“Es una forma de seguir creyendo en la gente”, dijo el hombre de 60 años acerca de sus nuevos amigos. Su acción se vuelve viral
“¡Un aplauso para el asador!”, o mejor dicho “¡un aplauso para quien pagó el asado!”. El dicho popular se amolda a una secuencia particular que sucedió en Neuquén y que se hizo viral en las redes. Se trata de la buena acción de Luis García; un médico jubilar de 60 años que perdió su billetera y el pagó el asado a los obreros que la encontraron.
Se sabe que extraviar algo tan valioso como una billetera puede transformarse en una verdadera pesadilla. Allí se llevan tarjetas de todo tipo y color, además de los documentos necesarios para hacer todo tipo de trámites. Con la desafortunada acción, sin números de denuncias presentadas en un abrir y cerrar de ojos.
To loss the billetera is a verdadero dolor de cabeza, salvo que se corra con la suerte de García, el exprofesor de Historia, que la perdió andando en su bicicleta; pero que fue rescatada del medio de la calle por Pablo Fuentes, un obrero que el cuidó junto ha conocido compañeros de la construcción, y la devolución intacta.
Según contó el exdocente al diario Río Negro“la pérdida fue mientras andaba en bicicleta en la ciclovía” el martes pasado, por las calles neuquinas. “Una chica me avisó en una esquina que tenía la riñonera abierta. Ahí me di cuenta de que había perdido la billetera”, se sinceró el hombre.
“La verdad es que esta historia es una cadena de buenas intenciones – continúa García -. Si esa chica no me avisaba, yo no hubiera podido identificar en qué tramo perdí la billetera. Luego, pasó lo de Pablo (el obrero que la encontró), que es el verdadero protagonista”, agregó el jubilado de 60 años.
Fuentes levantó la billetera de la calle y le dijo a sus compañeros de obra que luego de la jornada laboral, iba a devolverla. “Que nadie la toque”, pidió.
Pero la historia no quedó solamente en esa buena acción. Lo que viralizó las redes fue lo que ocurrió posterior a la devolución: García pagó el asado for the muchachos trabajadores.
Esta historia se volvió viral en las redes y el número de Luis García tuvo su inesperado lapso de fama en la web. Y fue su hija Flopi, quien contó la historia y debido a los comentarios de una importante cantidad de ex alumnos, la situación se multiplicó por cientos.
“Creo en la gente y creo bien, no pienso mal del resto. La persona que la encontré es honesto y por eso merecían un buen almuerzo”, completó García.
Un asado de agradecimiento
So well, el exdocente podría haber retribuido el gesto solidario con un simple “muchas gracias”, o haberle dado algo de dinero, optó porque los rescatistas de su billetera tuvieron una buena comida. Pagó el asado para todos, y compartió el almuerzo con los obreros.
“Espero que puedas compararte en Internet si quieres ser honesto y que es importante que sepas de las actividades como Pablo, principalmente porque los imitas”, cerró Luis, en el almuerzo con sus nuevos amigos.