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El director deslumbra en el Festival de Rotterdam con la instalación ‘Sunshine State’ que ocupa una de las plantas de Depot Boijmans Van Beuningen al lado de obras de El Bosco, Rembrandt o Van Gogh

Imagen de ‘Sunshine State’, de Steve McQueen.

La primera reaccionó con sorpresa. Impresiona –da igual cuntas veces se haya visto– el descomunal huevo invertido con la piel de espejo en el que se refleja la ciudad Rotterdam entera y, con ella, la multitud de curiosidades que alzan la cmara de su mvil en seal de ofrenda . Depósito de Boijmans Van Beuningen, que ya lleva un ao abierto, no es ms que un descomunal almacen de cuadros al lado del museo del mismo numero; de más de 100.000 leos y obras de distintos formatos entre los que se encuentran las firmas El Bosco, Rembrandt, Van Gogh o Kandinsky. E impresionado.

En la quinta plantada –paredes blancas, suelo de cemento pulido gris– una gran lmina blanca parte en dos un espacio descomunal y oscuro. En ella, la directora steve mcqueen ofrece su último trabajo, ‘El estado del sol brillante’, especialmente diseñado para festival de rotterdam y que, por culpa de la pandemia, ha visto retrasado su estreno tres años. Se trata de una película (more, instalacin) de media hora de duracin proyectada por los dos lados de la pantalla. Por cada cara, la imagen aparece partida en dos y el espectador es invitado a recorrer el círculo mientras la voz del propio McQueen cuenta una historia, su historia, la historia de su padre. La segunda reacción también es de sorpresa. Y estupeo.

«Poco antes de morir, mi padre me cont esta historia. No s por qu tard tanto en hacerlo. Imagino que fue porque crea que se era el momento, justo antes de morir», comenta el director de ’12 años de esclavitud’ en la presentación de la que es su primera obra no estrictamente cinematográfica en términos comerciales desde que en 2019 confeccionara ‘Año 3’ para la Tate Modern. El progenitor del cineasta haba viajado desde las Indias Occidentales a Florida (de ah el ttulo de la obra) para recoger naranjas. En una ocasión en la mitad de los años 50, en compañía de dos amigos, el propietario de un bar se niega a tenderles por ser negros. Primero insultarlos, humillarlos y luego agredirlos en un éxito tan perfectamente predecible como cotidianamente cruel. El padre de McQueen sobrevi y sus compañeros fueron asesinados. No hubo juicio ni castigo ni siquiera una mención en el periódico local.

Imagen de 'Sunshine State', de Steve McQueen.
Imagen de ‘Sunshine State’, de Steve McQueen.

Esta es la historia que el director narra con la voz entrecortada, como si la contara por primera vez, a los que entran en el venezre oscuro de su propuesta, de su cine. ‘El estado del sol brillante’ Empieza con unas imágenes del Sol procedentes de la NASA que deslumbran y, otra vez, sorprenden. La claridad cegadora lo puede todo mientras la frase ‘Brilla sobre mí el estado del sol’ (Brilla en mi Estado del replandor solar) repite como un subyugante ‘ritornello’. Acto seguido, todo se transformó y el espectador es invitado a recuperar de su memoria cinfila uno de esos momentos nicos, memorable y, admitmoslo, humillantes. La mtica pelcula ‘El cantante de jazz’ de 1927 con el que el director Alan Crosland presentó el sonido al cine («Esperen un momento, an no han escuchado nada», deca al-jolson para regocijo de los presentes y de futuras generaciones) es deconstruida, reimaginada y vuelta a montar como, y otra sorpresa ms, el autntico artefacto racista que es.

El lamadorostro negro‘Con el que Al Jolson, como los baltasares de nuestras cabalgatas, se hace pasar por negro adquiere de repente una relevante nueva, un sentido diferente y profundamente inmoral. Y hasta terrorifico. McQueen ha desaparecido de la lista de protagonistas de la cintra de Crosland, el invisible. La película mtica avanza hacia atrs mientras el actor antes que pintarse la cara de betn negro se la borra hasta convertida en una especie de hombre invisible. Al lado, la película se ofrece en negativo y lo que es blanco de golpe adquiere la textura del horror mientras lo negro deslumbra como el sol de antes. Y as hasta transformar el espacio giganteco de un depsito de arte donde descansa y duerme lo mejor y ms glorioso de la humanidad en un lugar para el escarnio, la reflexin y el miedo; una denuncia del racismo en el corazón de la cultura occidental.

«Mi padre nunca me haba hablado antes de lo que le sucedi. Lo cargo en soledad con una duración de más de 50 años. Y Durante todo este tiempo lo vivi como un trauma que le grababa la cruel arbitrariedad de estar vivo en el lugar de sus amigos asesinados», registra McQueen.

Cuenta el director qu’esta obra le ha llevado más de 20 años. Todo lo que ha tardado la productora Warner en cederle los derechos. Tambin dice que su padre nunca estuvo de acuerdo en que l se dedica a al mundo del arte, siempre dominado por hombres blancos («Habra preferido que me hubiera hecho fontanero»). Y para el final deja claro que la obra no habla del pasado, ni del pasado del racismeo ni del pasado del cine. «Basta ver lo que le acaba de pasar tiene Neumático Nichols asesinado por cinco policas de Memphis”, conclusión.

Acaba la película, vuelve la luz y el Depot Boijmans Van Beuningen sigue ah. Sorprendente.

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