Salvar las trmicas centrales, las numancias del siglo XX

Durante décadas, fueron la imagen de todo lo que iba mal en el mundo moderno. Hoy, Hispania Nostra lanza una campaña para salvar su arquitectura

La Central de Velilla, en su último suspiro.ANA F. BARREDO / EFE

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Entre octubre de 2021 y diciembre de 2022, las chimeneas de refrigeración de cuatro centrale trmicas en Andorra (Teruel), La Robla (Len), Velilla del Ro Carrin (Palencia) y Meirama en Cerceda (La Coruña) fueron demolidas despus de aos de desusy. A quinto derribo, el de la central de Cubillos del Sil (Len), qued paralizado en el último minuto porque la Junta de Castilla y Len informa que estudiaba concederle la categoría de Bien de Inters Cultural. La salvación no es definitiva, sólo es un aplazamiento administrativo.

Hispania Nostra, la sociedad que vela por el abandono del patrimonio arquitectónico y monumental en España, estuvo detrs de la prrroga para la central de Cubillos del Sil. Su acción in extremis fue el primer paso en una campaña que ha lanzado junto a la Asociación de Arqueología Industrial Incuna para salvar las 14 trmicas sin uso que siguen en pie en Espaa: Figols y Cercs en Barcelona, ​​Aliaga en Teruel… En el caso de Cubillos del Sil, existe el expediente de demolición. No es algo que vaya a ocurrir de un da para otro porque una demolicin as requiere trabajos complejos, pero est todo en el aire. No sabemos si la protección, cuando llegue, afectará todo el conjunto o solo algunas partes, explicó Vctor Antona, portavoz de la comisión científica de Hispania Nostra.

De qu’hablamos al referirnos a centrale trmicas? En instalaciones industriales construidas hacia la mitad del siglo XX que, mediante la combustión de carbón y su aplicación a una masa de agua, generan vapor. Vapor que, en su ascenso, mueve turbinas y generos electricidad.

A partir de ahí, el gas es redirigido a las chimeneas de refrigeración, los tambores anchos de hormign que son las piezas más reconocibles de las centrales.

En 2011, 21 plantas estaban activas en España. En la actualidad, sus tres. El as políticas de carbonización y la competencia del gas natural, mucho más barato, han llevado al abandono del sistema ya las primeras demoliciones. En Cubillos actuamos porque nos dimos cuenta de que esto era un castillo de naipes, cada demolicin llevaba a otra, dice Antona.

Hay un dato obvio que condiciona todo: las centrales trmicas, hoy estetizadasFueron un smbolo de todo el mal que el siglo XX poda hacerle al mundo: la contaminacin, la agresin a los paisajes naturales, la deshumanizacin, la brutalidad del hormign… Hace aos, la central de Cercs aloj un parque temtico del terror llamado Horrorland. Las campaas, hasta hace poco, reclamaban el cierre de las centrales trmicas, no su salvacin.

Hoy, cuando sus restaurants sus villanos ambientales ya rotos e inocuosparte de la sociedad ha alterado su ojo en la belleza de la arquitectura industrial

Como arquitectura, las chimeneas son increíbles. Hijo espacios exentos, enormes, de 100 metros de altura, que llevan a mirar a lo alto y parece que ofrecen las puertas del cielodice el arquitecto Joaquín Vaquero Ibez, comisario de la exposición Joaquín Vaquero Palacios; la belleza de lo descomunal (Asturias, 1954-1980)) en la Fundación ICO de Madrid.

Aquella muestra fue importante en ese proceso por el que el público español cambió su mirada sobre el legado industrial. Vaquero Palacios fue, de todos los constructores de presas y centrale que trabajaron en Espaa en el siglo pasado, el ms refinado y audaz y el que tuvo ms suerte con su cliente. El cliente era Hidrocantbrico y tuvo la intuicin de hacer lo que despus ha hecho Inditex, por ejemplo: listening that the better anuncio that poda hacerse was a travs de su arquitectura. Hoy, su patrimonio pertenece a una empresa portuguesa, Energias de Portugal, y las obras de Vaquero Palacios siguen siendo su estandarte, explica Vaquero Ibez. Obras como la central hidroelctrica de Poraza (1978) se han convertido en algo parecido a una obra de arte de la tierra.

Su ejemplo es un caso de xito innegable. ¿Replicable? No es fácil pensar en las trmicas centrale, ms bien aisladas, recicladas en infraestructuras culturales al estilo de El Tanque de Santa Cruz de Tenerife, un depósito de combustibles que hoy sirve como espacio cultural. Qu sentido tendra un lugar as, dedicado a la msica de cmara, por ejemplo, en un valle de la Espaa vaca?

No están en sitios tan aislados, responde Vaquero Ibez. Not tanto como las presas o los saltos de agua. The central trmicas dependan del suministro de carbon, o sea que no estaban tan lejos de las vías de comunicación. Y claro que hay posibilidades, hay estudios con usos posibles relacionados con la energa. Pueden convertirse en reactores de ventas de fusión o dedicarse al almacenamiento de energía.

La tesis de Vaquero Ibez es que, con una apuesta clara, las trmicas centrale podran generar economia en torno a la energa limpia y atraer población hacia comarcas que perdieron con el carbón su fuente de riqueza. Pero para eso hace falta inversión y visión estratégica.

Todava no sabemos cmo reciclar las centrales. Puede que su uso futuro esté en actividades que no conocemos, aade Vctor Antona. pero si desaparecen, desaparece una fuente de la historia económica de España. Igual que no podemos contar la historia de la explotación del territorio sin la villa romana, no podemos contar la industrialización sin ellas.

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