Renault y Nissan firmaron recientemente su alianza en proyectos operativos

Se trata de un acuerdo que debería poner fin a las frustraciones de dos socios, cuyas relaciones no se calientan desde el espectacular parón de Carlos Ghosn en noviembre de 2018. El lunes 6 de febrero, en un gran hotel de Londres, los fabricantes de automóviles Renault y Nissan presentaron las líneas generales de su nueva alianza accionarial y operativa, con “una serie de iniciativas para llevar su asociación al siguiente nivel”, dice un comunicado conjunto. Fue aprobado por el consejo de administración de Renault en la noche del domingo y por el de Nissan el lunes.

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El nuevo equilibrio, que tomó casi un año de negociaciones, se asemeja a lo que los japoneses han estado exigiendo durante años: Renault renuncia a su participación del 43,4% en Nissan y acepta igualar la participación del 15% en Nissan en Renault. Los dos fabricantes tendrán así participaciones cruzadas equilibradas en el futuro, del 15% cada uno, con un compromiso de no subir ni bajar durante quince años.

El francés no puede vender su 28,4% de Nissan sin registrar unas pérdidas muy cuantiosas, las depositará en un fideicomiso de derecho francés, estructura jurídica que gestionará estas acciones de acuerdo con el acuerdo alcanzado con Nissan: pagando los dividendos a Renault y renunciando a ejercer su derecho de voto. Cuando el precio de las acciones de Nissan suba, Renault podrá vender sus acciones en el mercado, diferir a Nissan la posibilidad de recuperarlas o designar a un tercero de su elección para hacerlo.

“No teníamos energía”

“Teníamos el 44% de Nissan, pero no teníamos potencia, lo que generaba mucha frustración por nuestra parte, aunque evitáramos hablar de ello”, reconoce hoy Jean-Dominique Senard, el presidente de Renault, que finalmente se deshace del pacto de accionistas conocido como Rama 2, que desde 2015 prohíbe al grupo francés votar en contra de las decisiones tomadas por la dirección de Nissan. Por su parte, el grupo japonés desconfiaba de estos franceses y de su deseo de fusionar a los dos fabricantes y consideraba injusto no poder utilizar los derechos de voto vinculados a su 15% de Renault, ya que la ley del mercado de valores francés trata a Nissan como una subsidiaria de Diamond.

El nuevo equilibrio, por lo tanto, conviene a todos, pero no es interpretado de la misma manera por ambas partes. Por parte de Renault, creemos en el fortalecimiento de la alianza operativa entre los dos grupos, una “programa a gran escala” decía el comunicado. “Juntos tenemos el 10% del mercado mundial, aún tenemos el 90% restante por conquistar y estamos mejor equipados juntos para hacerlo”resume Luca De Meo.

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