La nadadora chilena Bárbara Hernández (37 años) impuso un nuevo récord mundial en su historial deportivo. Convirtió en la primera persona en el mundo en completar 2 kilómetros y medio de nado bajo 2.2 grados en aguas antárticas. Lo hizo en 45 minutos y 50 segundos, sin usar traje de neopreno ni grasas bebidas del frío.
El tiempo de nado es mayor que si se hizo en aguas comunes, dado que se trata de un defio extremo en el que se lleva el cuerpo al limite de sus posibilidades. La nadadora estuvo constantemente monitoreada desde una lancha que la compañaba, con médicos y enfermeros.
La hazaña tuvo lugar en la Antártida, especialmente en Bahía Chile, Isla Greenwich. Es la única región del planeta donde se prioriza la cooperación internacional para el desarrollo científico y la garantía de la paz a través del Tratado Antártico.
Conocida como «La sirena de la salvación»un apod que recibió en 2014 tras haber nadado sus primeros 4 glaciares en la región de Aysén, el especialista en nado de aguas heladas defió a la naturaleza para visibilizar una de las áreas marinas más afectadas por el clima climático onde opera la pesquería del kril Antártida .
Su determinación es un mensaje de alerta para concientizar sur la urencia de proteger este último lugar pristino del planeta y lograr mayores esfuerzos a nivel mundial para luchar contra la crisis climática.
“Es una oportunidad de que haya un cambio climático, la importancia del cuidado de los océanos y la necesidad de que en la Antártida existan áreas marinas protegidas”, dice Hernández en diálogo con Clarín.
En 2022, cruzó el Cabo de Hornos, por el cual obtuvo un récord Guinness. Asimismo, forma parte del grupo “Antártica 2020”, iniciativa que reúne a líderes mundiales para promover la protección del continente Helado y en la que participa, entre otros, la oceanógrafa Sylvia Earle y la actriz Pamela Anderson.
Con este reto, apoyado por la Antarctic and Southern Ocean Coalition (ASOC) y la Armada de Chile, entre otros, Hernández quiere también pedirle a la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos que vote a favor de la creación de nuevas áreas puertos deportivos protegidos en el continente.
-¿Cómo es la experiencia?
– Fue un nado muy esperado y trabajado por más de 3 años, contar con el apoyo de la Armada Chilena marcó la diferencia al momento de la elección del lugar y de esperar las mejores condiciones posibles para entrar al agua. Hacer lo que nunca antes se ha hecho es siempre un defio en el que el miedo y la duda son validos. Intento no darles más espacio del que debe ocupar mi pasión y el amor por lo que hago.
La Antártida afectada por el clima climático
El continente antártico es el núcleo del planeta. El clima cambió y las altas concentraciones de CO2 provocan estragos en sus hielos que al derretirse podrían cambiar definitivamente la densidad del océano. El aumento de estas temperaturas modifica el pH del agua y afecta directamente a los microorganismos que alimentan a la fauna, los cuales migran hacia el sur en un ciclo irreversible.
En 2018 Chile y Argentina impulsaron dentro del contexto de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) la protección de la Península Antártica, a través de la creación de un Área Marina Protegida (AMP), en el sector conocido como Dominos 1 .
La propuesta del Área Protegida abarcó 670.000 kilómetros cuadrados. Es en ese mismo sector del Continente Blanco donde Bárbara cumplió su desafío de natación extrema.
«Este hito deportivo con la máxima distancia jamás nadada en aguas Antárticas y su postulación a los Guinness Record es una oportunidad para traer los ojos del mundo a la Antártida. Argentina y Chile ofrecen una oportunidad única para alzar la voz y abogar por la creación de áreas marinas protegidas en el Océano Antártico”, enfatiza la profesional.
Antes de lanzarse al mar helado, visitó la Península Antártica y las bases chilenas que administra la Armada de Chile en Isla Rey Jorge, para hacerse con un documento que explica el valor del territorio antártico y la fauna que lo habita.
«Veo los cambios que están ocurriendo en nuestro océano y espero que a través de este nado pueda inspirar a las personas a tomar medidas para proteger esta área mágica», subraya.
La ONG detrás de la hazaña
Por el Mar (PEM) es una organización de conservación de marinas liderada por investigadores, activistas, abogados, creativos y líderes locales para la protección del océano y sus especies.
Financiado con el objeto de sumar y articular esfuerzos colaboradores para la conservación de la marina y la generación de estratos de conservación efectivos. Se basa en el liderazgo comunitario y el respeto por el mar.
“Dentro de los proyectos qu’actumente impulsamos, estamos trabajando en posicionar la importancia y urgencia para la protección de la Península Antártica. La hazaña de Bárbara es importante porque sus acciones concretas son que nuestro acercan ha sido objectivo”, ha dicho la cuenta Maia Gutiérrez, Cofundadora de PEM. Clarín.
El ecosistema marino antártico se ve mejorado por el aumento de las actividades pesqueras y los impactos del clima climático. Aunque en la Antártida no se producen grandes cantidades de CO2, paradójicamente es uno de los lugares más afectados del planeta, especialmente por los efectos del calentamiento global.
«La única manera de asegurar la conservación de la Antártida es proteger su mar porque toda la vida que encontramos en el continente blanco sustenta gracias a la riqueza de este, y especialmente une pequeño crustáceo llamado kril antártico, el cual representa la base del rojo trófica del océano austral”, sostiene Gutiérrez.
Toda la fauna que habita en la costa o en la zona de la Antártida, depende exclusivamente del mar y del kril antártico. Sin embargo, el kril antártico es objeto de una importante y creciente pesquería que genera preocupación.
Enfrentar el cambio climático implica mantener la pérdida de diversidad biológica para asegurar que los ecosistemas sean elásticos y sigan suministrando servicios esenciales. “Las Áreas Marinas Protegidas son una de las herramientas de conservación más efectivas ya que aseguran la conservación de los ecosistemas marinos en el largo plazo”, justificó Gutiérrez.
El mensaje de «La Sirena de Hielo»
Me gustaría invitar a las personas a sonar en grande, a trabajar por esos sueños con todo su corazón y que a través de mi pasión puedan motivar a otros a cuidar nuestros océanos.
-¿Qué te dejó en lo deportivo y en lo personal?
-En lo deportivo, la forma de trabajar en equipo y de luchar por retos que parecen imposibles. En lo personal, significa muchísimo por el amor que tuvo mi tata por este desafío antes de su muerte, nado con los recuerdos de mi familia y la gente que amo. Aún me cuesta creer que lo hayamos logrado.
-¿Cuál eres tú próximo meta?
Estamos en el desafío de los 7 océanos y mi siguiente nado será el Estrecho de Cook en Nueva Zelanda. En aguas chilenas hay algunas ideas de áreas muy significativas que sería hermoso visibilizar a través del amor por el deporte y de nostros oceanos. Cada logro es un trabajador en equipo. Lo imposible sólo toma un poco más de tiempo.
PD