La Unión Europea ha dado luz verde a un reglamento que limita la presencia de compañías chinas en concursos públicos para adquirir equipos médicos cuando el valor exceda los cinco millones de euros. Esta acción, siendo la inicial aplicada bajo lo que se conoce como el Instrumento de Contratación Internacional (IPI), tiene la intención de garantizar que las compañías europeas consigan un acceso equitativo a los mercados internacionales, después de identificar prácticas de trato desigual en contratos médicos en China.
Con más de 60,000 millones de euros gastados anualmente en tecnología médica a través de compras públicas, el mercado en la UE representa alrededor del 70 % del total del sector, cuyo valor global en 2023 se estimó en aproximadamente 150,000 millones €. Aunque solo el 4 % de las licitaciones supera el umbral de cinco millones, estas constituyen el 60 % del valor del mercado, lo que hace que la restricción sea notable para grandes contratos de imagen médica, prótesis y equipos de alto valor.
La directiva establece que las ofertas aceptadas no podrán contener más de un 50 % de componentes o tecnología de origen chino, salvo en los casos en que no existan alternativas viables. En esos casos excepcionales, queda permitida la inclusión de empresas chinas en las licitaciones.
Esta regulación se genera tras una investigación oficial que detectó que el 87 % de las licitaciones chinas para equipos médicos presentaba restricciones directas o indirectas a proveedores extranjeros. Se constató que el sistema de certificación, las exigencias burocráticas y las normativas nacionales privilegiaban a los fabricantes locales, especialmente bajo la estrategia “Made in China 2025”.
La reacción de Pekín fue pronta y vigorosa. El Ministerio de Comercio junto con el vocero del Ministerio de Exteriores declararon que esta medida del bloque europeo supone un acto de proteccionismo y una infracción a los principios de apertura y transparencia del comercio mundial. Además, avisaron que pedirán indemnizaciones y corregirán la situación por medio de entidades internacionales y la Organización Mundial del Comercio (OMC) .
Desde la Comisión Europea se defiende que es la primera herramienta legalmente prevista para promover la apertura recíproca del mercado global. El comisario responsable ha reforzado el mensaje de que este instrumento sólo se aplica si no existe otra vía negociada y que sigue habiendo interés en alcanzar un acuerdo bilateral sobre contratación pública.
Este mes, la mayoría de los países miembros respaldaron la medida y verificaron que está condicionada por directrices de proporcionalidad. Los contratos impactados serán los que se adjudiquen recientemente tras la divulgación oficial de la normativa, que se hará efectiva diez días después de su publicación en el Diario Oficial de la UE.
Los sectores industriales en Europa han acogido la medida con precaución. MedTech Europe, entidad del sector, indicó que anticipaba progresos en las conversaciones productivas con China. No obstante, advierte que si no se alcanza una verdadera apertura, será preciso emplear el IPI como herramienta. Se subraya mantener un equilibrio entre la cautela en las relaciones comerciales y la protección de la industria local.
El enfrentamiento llega en un contexto de creciente fricción comercial entre ambos bloques. Se han aplicado recientemente aranceles a vehículos eléctricos chinos, China impone aranceles antievasivos a marcas europeas y restringe la exportación de tierras raras reuters.com. Aun así, existen gestos de apertura, como el levantamiento parcial de sanciones a algunos representantes europeos.
Aunque persiste el enfrentamiento, la vía diplomática sigue disponible. El Comisario de Comercio de la Unión Europea y su contraparte china, Wang Wentao, planean encontrarse en el marco del encuentro ministerial de la OCDE en París, justo antes de la cumbre entre la UE y China programada para julio. El objetivo es lograr un acuerdo por medio del diálogo que posibilite prevenir obstáculos futuros y fomentar una colaboración fundamentada en la verdadera reciprocidad del mercado.