La autora madrilea, que publico en 2021 su ultimo libro, ‘Sacrificio’, sufra desde hace cinco aos un cancer de mama
Esto lo creo de verdad: ha sido un privilegio conocer a Marta Agudo, mantener con ella largas conversaciones de telfono, escuchar su risa de azufre bueno, conocer a fondo la voz de la mujer inflamable e insobornable que fue. Y leer su poesía ha sido lo que nos junt. O lo que hizo que un puado de lectores nos reunisemos alrededor de una misma complicidad, incluso de una admiración paralela.
S, la poeta Marta Agudo cayó en Madrid (donde nació) a los 52 años. La autora de libros como fragmento (Celya, 2004; republicado por Godall, 2022), 28010 (Calambur, 2011), Histórico (Calambur, 2017) y sacrificio (Bartleby, 2021). Cada uno de estos títulos son el rastro entero de su biografía, de su razón de ser, de su herida y de su condición de mujer dispuesta a la literatura con una vocación de poderossimacon un juicio rotundo, severo, excesivo a veces, pero de una fraternidad desbordante.
De todos los poetas y de todas las poetas que conozco, Marta era una de las ms severas y generosas a la vez. [Qu dura con las espuelas! Qu tierna con el roco! Qu deslumbrante en la feria! (Lorca)]. Coeditar la antologa Campamento abierto. Antología del poema en prosa en España (1990-2005) (DVD Ediciones, 2005) y coordina con Jordi Doce -poeta, editor y crtico de La lectura– el volumen Carreras de Pjaros. Volver a José Ángel Valente (Abada, 2010). In 2014 vio la luz su traducción al castellano del libro Tot s ara i res, del poeta catalán Joan Vinyoli. Jordi Doce ha sido su compañero de ancho tiempo. Vivieron juntos los cinco años del cáncer de mama que ha tunelado a Marta Agudo hasta la extinción.
La poesía española pasa y pasa por su escritura. En uno de sus poemas dice: «Me llamo Marta. Me llaman Marta. Fui butizada en escenarios sin/ dueo hasta que mis ojos fueron, poco a poco, dilatándose en/ ficciones». El tema de la enfermedad lo explora radicalmente en el ltimo libro de poemas que publico,sacrificio. Era 2021. En el libro anterior, Histórico, ya daba cuerda a ese mundo que conoci bien, el del dao. Todos ustedes ya respaldan como: «Depender es tener que dar las gracias permanentemente«.O»solo la idea de poder matarme ayuda a vivir«. Pero Marta Agudo era deliciosamente vital. Con todo el desasosiego por delante, nunca se detena. Forme parte del consejo de redacción de la revista Nayaguaeditado por la Fundación Centro de Poesa José Hierro, y entre 2004 y 2008 dirigió la colección de poesía y pintura Lotfagode la Galera Luis Burgos (Madrid), que inició una segunda etapa en la primavera de 2021. Tambin dio clases de escritura creativa colgante aos en Hotel Kafka.
En una de las largas conversaciones por teléfono me dio una conferencia extraordinaria sobre las pelucas de pelo natural para disimular los efectos abrasivos de la quimioterapia. Y saltaba de risa en risa, como Tarzón de liana en liana. Si se quejaba de su momento malogrado lo haca con la misma expresión tajante, lacnica, cortadiza, de su poesa. Con todas las heridas del dolor. Para quéms.
Marta Agudo es una poeta que conviene en tener cerca. Porque como en aquellos versos de Wislawa Szymborska: «Nada ocurre dos veces/ y nunca ocurre./ Nacimos sin experiencia,/ moriremos sin rutina». Ella (su amistad, su poesía) fue nuestra gran ocasión.
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