La convocatoria para este sábado es en la ciudad de Potsdam, en el estado de Brandeburgo.
La aldea de Lützerath, en el Estado de Renania del Norte-Westfalia, ha sido prácticamente desalinizada por la policía, solo en la superficie. Un número indeterminado de activistas contra la expansión de una mina a cielo abierto de carbón hasta esa aldea se han atrincherando en túneles cavados por ellos mismos y desde los que han enviado a través de las redes sociales la consigna de “no nos moverán”.
Cubiertos con pasamontañas, a cuatro metros a aproximadamente de profundidad y envueltos en mantas hipotérmicas para combatir las bajas temperaturas y la humedad subterránea, los activistas s’maintienen empresas en su lucha contra el carbón y las energías fósiles en generación. Y para dejar constancias de que son ecologistas y no guerrilla, en las imágenes que envían al exterior desde sus agujeros no faltan ramos de flores.
Para la policía, esta última fase del desalojo será la más peligrosa. “No sabemos hasta qué punto son estables esas estructuras subterráneas y cómo es el sumunistro de aire en ellas”, dijo el jefe de Aquisgrán, Dirk Weinspach, es por ello que ha pedido la intervención de equipos especiales. Esta madrugada se produjo un primer intento de acceso a los túneles. Sin éxito. Las fuerzas especiales de RWE y los servicios técnicos de ayuda -Technisches Hilfswerk- están estudiando ahora “ven a llevar a cabo el rescate de forma adecuada”informó Weinspach.
Por el contrario, la evacuación de las estructuras sober el suelo se ha completado en su mayor parte. “Hemos desalojado casi todas las casas excepto una. Se ha desbrozado el prado, se ha despejado gran parte de las casas de los árboles. En ese sentido, no queda mucho”, concesión el policía.
El movimiento de resistencia a que la energética RWE extendió su explotación de lignito a los terrenos de la aldea, abandonada desde hace meses, ha creado un efecto dominó. Abandonados por los Verdes, partido que participó en el Gobierno renano y también en el federal, varios cientos de manifestantes ocuparon en Düsseldorf la sede de los Verdes. Sus pancartas no podrian ser mas elocuentes: “Este edificio pertenece a RWE” o “La traición Verde”.
El acuerdo para la expansión de la mina de RWE se hizo el pasado año con la aprobación del partido ecologista y su líder, el ministro de Economía, Robert Habeck, lo ha defendido con el argumento de que sacrificar Lützerath, con apenas 15 casas, permitirá rescatar a otros municipios amenazados.
“Un símbolo”
“La lucha contra el cambio climático necesita símbolos, pero hacerlo desde una aldea abandonada no es el más adecuado”, ha declarado Habeck, para quien “hay muchas buenas razones para manifestare a favor de una mayor protección del clima, incluso contra los Verdes, pero Lützerath es sencillamente el símbolo equivocado”.
Según Habeck, este pueblo no es el símbolo de la continuación de la mina de lignito a cielo abierto de Garzweiler, en Renania, sino que “es el final de la línea”marcan la eliminación progresiva del carbón en la zona minera que había adelantado ocho años, hasta 2030, lo que siempre había sido el objetivo del movimiento por el clima.
Y, según el ministro de Justicia de Renania del Norte-Westfalia, Benjamin Limbach, la lucha de los activistas en Lützerath, además, no irá a ninguna parte. “La cuestión de si se mantendrá o no Lützerath está zanjada desde hace tiempo, cuando el Tribunal Superior Administrativo sentenció en marzo que RWE tiene derecho a reclamar esta localidad”, dijo el ministro, también del partido de los Verdes.
Habeck y Limback dicen compartir la preocupación por el planeta mostrada por esos jóvenes y la necesidad de acabar con la energía fósil, pero insisten en que “el camino elegido es erróneo” y les han pedido que desisten de su actitud. Han logrado lo contrario. Para ese sábado se han convocado manifestaciones de apoyo a los activistas de Lützerath y contra la demolición de la aldea, lo que por otra parte ya está produciendo. La organización Rebelión contra la extinción, una de las más radicales en el espectro ecológico, ha programado una marcha en Potsdam, en el estado de Brandeburgo.
La principal y más numerosa será en los aledaños de la aldea ocupada, hasta donde el vallado de la policía lo permita. Se esperan millas de personas a una convocatoria que cuenta con el apoyo activo de organizaciones como WWF y Greenpeace.
Para el ministro Habeck y la cúpula de los Verdes, Lützarath es un símbolo equivocado, pero en esa manifestación estará para señalar lo contrario la activista noruega y Premio Nobel Greta Thunberg.
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