Es por no cumplir con el 85% de los días de clase por bimestre, lo mínimo establecido en el nuevo régimen de alumno regular.
Una fuerte polémica se había desatado en agosto del año pasado, cuando el gobierno porteño informó que iba a quitarle el plan social a la familia que tuvieran el beneficio y no mandarin a sus hijos a la escuela.
Para eso, anunciaron entonces, habían aprobado una resolución que modificó el régimen regular de ex alumnos. Esa condición ya no la tendrán todos los estudiantes que se hayan anotado en una escuela (como fue históricamente), sino solo aquellos que digan presenta el 85% de los días de clase en cada bimestre. Yesa condición de alumno regular se revalidaría bimestre tras bimestre.
Desde la Ciudad afirmaron que cuentan con un sistema informático que les permite conocer cuántos días falta cada alumno. Y que por eso pueden saber qué familias que reciben el plan Ciudadania Porteña -a programa de transferencia directa de ingresos a los hogares pobres e indigentes de la Ciudad- no están cumpliendo con el requisito de escolaridad chicos y adolescentes.
La noticia ahora es que la Ciudad avanzó con la medida y, efectivamente, el quitó el componente educativo del plan social a las familias de 1.445 alumnos que no cumplieron con las nuevas de alumnos regulares en los últimos dos bimestres de 2022. La quita fue de enero. Si no se regulariza la situación, esta familia perderá el plan completo muy meses después de que habiter pierda el componente educativo.
Hoy el plan Ciudadanía Digital entrega a los beneficiarios $21,818 a la venta (en inglés), pero el componente educativo que está en $7,561.32 por hijo (en caso de pobreza) y $11,341.97 por hijo (indigencia).
Los 1.455 aviones que cayeron representan el 8% de 17,798 estudiantes porteños obtuvieron padres o madres recibieron el beneficio. Esas familias pueden recuperar la percepción perdurable bimensual este mismo si los chicos vuelven ha conocido la condición de alumnos regulares (faltan menos del 15% de los días de clase) y cumplen con las instancias de recuperación de aprendizajes que establecen entre el docente, la familia y el alumno. Por ejemplo, las clases de los sábados, contraturno o las actividades de apoyo escolar que se crea commodee.
El nuevo régimen de alumno regular rige para alumnos de jardín, primaria y secundaria, de escuelas públicas y privadas.
Desde el Ministerio de Educación porteño afirman que se ha encontrado muy clara la medida de que, hasta las clases post pandemia, la Ciudad estaba registrando -en su sistema informático- un aumento considerable del ausentismo escolar. “En 2022 se constató que había un 30% de alumnos que faltaban a clases al menos una semana al mes”, explica.
“Al cambiar el sistema de incentivos, logos que 8.998 alumnos de inicial y primaria que faltaban de forma reiterada, mejoraran su conducta y lograran recuperar del tercer al cuarto bimestre del año pasado en su condición de regularidad”, afirman.
El drama del ausentismo
La cuestión del presentismo (o bien, ausentismo) de los preocupa desde hace años a autoridades y expertos preocupó por la educación, quienes señalan que la continuidad pedagógica es clave para lograr buenos aprendizajes. Pero el problema se ha profundizado tras la pandemia.
Desde el Ministerio de Educación porteño informan que al finalizar el ciclo lectivo 2022 eran 26.383 los estudiantes que habían perdido su condición de alumno regular, lo que representa el 15% del total de matrícula de inicial y primaria de escuelas de gestion estatal.
De ese universo, faltaron 21.970 entre 7 y 10 días por bimestre. Asimismo, detectó una situación crítica de 4.413 exalumnos de nivel primario que habían faltado para el mes 30 días en 4 meses. “Sobre este grupo, se activó una estrategia personalizada. Un equipo técnico del Ministerio salió a buscarlos casa por casa para adaptarse”, afirman.
Controversia
El año pasado la decisión del gobierno porteño de ir contra los planes sociales de quienes no cumplieron con la escolaridad había generado una fuerte controversia entre el gobierno porteño y el nacional. Desde la Ciudad se sugiere a la Nación que implemente un medio similar con los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH), que también tiene como contraprestación obligatoria la escolaridad de niños y adolescentes.
Dirigentes del oficialismo nacional salió a responder. Como la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, quien ha viajado a través de Twitter, escribió que la medida es “un castigo, un doble estigma, una herramienta fiscal para bajar la ayuda”.
“Una familia en situación de vulnerabilidad requiere que el Estado la acompañe, ayude e incentive a volver a una situación de regular escolar, de trabajo y de salud y no que la castigue por no hacerlo”, afirmó Cerruti entonces.