El anuncio de la rebaja precedió al de las megaganancias, como si la primera debiera incitar a la opinión pública a aceptar mejor la segunda. A partir del 23 de enero, el grupo TotalEnergies (ex-Total) prometió un descuento de 100 euros por megavatio hora en la factura de la luz a las muy pequeñas empresas, para el segundo semestre del año. Ya había ofrecido varios descuentos en la bomba de combustibles durante 2022, por un costo generado por el departamento de energía en “unos 600 millones de euros”. El grupo tiene los medios, a juzgar por el beneficio neto obtenido en 2022, el mejor de su historia: 20.500 millones de dólares, o 19.100 millones de euros.
Estas cifras, como en 2021, alimentarán el debate aún vivo en Francia sobre el reparto del valor. Coincidencia del calendario, los diputados manifestaron el deseo de examinar, el jueves 9 de febrero, en el marco de un nicho parlamentario socialista, un proyecto de ley para crear “una contribución adicional sobre los beneficios excepcionales de las grandes empresas ».
Porque, en 2022, TotalEnergies debe gran parte de sus beneficios récord a un elemento independiente de su estrategia, ya que la guerra de Ucrania ha reforzado las tensiones de suministro. Según los resultados de 2022, el grupo reparte 17.000 millones de dólares a sus accionistas, casi tanto como su beneficio neto: ya sea mediante el pago de dividendos por 10.000 millones de dólares, o mediante la recompra de acciones por un importe de 7.000 millones.
Es probable que reactiven las polémicas del otoño de 2022 sobre la política salarial del grupo con respecto a los aproximadamente 15.000 empleados de su “base social común” en Francia, excluidas las filiales. A mediados de octubre, el grupo había llegado a un acuerdo para un aumento salarial del 7%, que luego aumentó al 7,5%. Para el firmante, dos sindicatos, la CFE-CGC y la CFDT. Pero no la CGT, por iniciativa de movilizaciones advertidas en las refinerías del país. “Total debe aumentar sus salarios”insistió Bruno Le Maire, ministro de Economía, en RTL, en vísperas de la conclusión del acuerdo.
El Gobierno rechaza una subida del impuesto de sociedades
Sin embargo, el gobierno se niega a considerar un aumento en el impuesto de sociedades. Según la comitiva del Sr. Alcalde, éste “determinaría la actividad delictiva de las empresas francesas, y por tanto el crecimiento y el empleo”. De igual forma, el ejecutivo aún rechaza el principio de tributación de superganancias, como ya lo presentó, en septiembre de 2022, la Nueva Unión Ecológica y Social Popular (Nupes).
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