Hace mucho tiempo en una galaxy muy muy lejana… Bueno, en realidad estamos en 2023 en Londres, o para ser exactos: en un enorme centro de convenciones siguiendo río abajo el Támesis. El meridiano de Greenwich divide esta Semana Santa el Londres real, sumido en obras para la inminente coronación de Carlos III, y una tierra paralela donde el primer contacto alienígena está más que superado, aunque no tanto la monarquía ni la religión. Donde antes había fábricas y muelles de carga se ha erigido un universo alternativo. Una confesión que podría enfrentarse a la anglicana. The Star Wars Celebration, evento fan que se celebra desde que los más pequeños pasan por esta luna, añade EL PAÍS ha acudido invitado por Disney.

Esto no es Tatooine ni Coruscant, pero en los hoteles contiguos hay princesas Amidalas desayunando y grupos de mandalorianos en el ascensor. Los niños hacen carreras de droides y las familias se disfrazan juntas mientras extraños les piden fotos. Incluye que puedes topar con falsos George Lucas con barba postiza y camisa de cuadros. No es Sevilla, pero miles de personas se agolpan en procesión para contemplar figuras talladas de personajes que nunca han existido. Y aquí, como en cualquier otro lugar en 2023, las reglas deben quedar claras: «Cosplay no es consentmiento», aconsejó un cartel sobre los disfraces en la entrada. “Mantenga las manos guardadas. Sea respetuoso, agradable y trate bien a los demás”. Por suerte, lo que impera es la comunidad. Fans que intercambiaron pins y pegatinas, seguidores que ven en frente a alguien como ellos. Mar de olas de mar.

En una de las muchas salas de este salón de exposiciones, 5.000 personas (y muchas rezagadas en colas) se reúnen para gritar cada vez que un actor se asoma a la cortina, para mover sus sables láser al unísono o exhalar signos de amor eterno a la personas que los aficionados han dado con una afición compartida de la que nace un sentimiento de pérdida… «Dave, te queremos», gritan durante toda la mañana aficionados a Dave Filoni, mente de la saga en televisión desde los 16 años. The gritan más que estrellas como Diego Luna, Jude Law o Daisy Ridley (su Rey Skywalker de la tercera trilogía volverá como maestra jedi en una nueva película). Él, tímido seguidor que creció con las primeras películas, solo puede taparse con su gorro de vaquero (del que nunca se despega) y quedarse callado ante los halagos.

Algunas de estas personas que suben y bajan por el pasillo intratable de la convención sin saber dónde fijar su vista han pagado por entrar 795 libras (898 euros). Esas entradas limitadas se agotan en segundos. Como un concierto de Madonna, Beyoncé o Bruce Springsteen. Eso es controlar la fuerza. ¿Qué incluye tal dispendio? ¿Un viaje a Tatooine?¿Una ciudad romántica y un spa con Anakin Skywalker? Vamos al calamar. Esos invitados de lujo tienen entradas aseguradas en los paneles, alguna firma exclusiva, guardarropía gratuita y hueco en la sala VIP. También hay una botella de agua conmemorativa para no sense obtenidas al lado oscuro de los envases de un solo uso. El verdadero maestro jedi es el que posee la fuerza del capital. si es un padawan cualquiera habrá pagado 180 euros por cuatro días de festejos, o 73 por cada uno.

“Hemos gastado demasiado. Solo en el disfraz, 500 euros», afirman los amigos Steve y Terrence, que viajaron desde Nueva York como Han Solo y Lando Calrissian y serán cuatro días: «Aprovecharemos para ver Londres». El universo de George Lucas sigue siendo una fuerza de la naturaleza, una creencia colectiva a la que envidiarían muchas iglesias oficiales.

Un seguidor de ‘Star Wars’ vestido como Jawa llega al centro de convenciones de Londres donde se celebra el encuentro dedicado a la saga de ficción.TOLGA AKMEN (EFE)

Ya en el aeropuerto, un hombre lleva su casco de soldado de asalto junto a la maleta. No ya que se cobra. Un hotel cercano fue una carrera perdida hace meses. Antonio e Irene han viajado desde Melilla, llevan las maletas llenas de muñecos para que se los firmen y solo logren entradas para un día. «Es mi primera vez y sé que una vez que entre ya no me saca», dice el. Su objetivo: madrugar mucho, una hora de metro, aguantar colas y arrasar con todo el comercialización. Algunos muñecos antiguos cuestan hasta 3.500 libras (3.960 euros). «Voy a por el actor del capitán Acbar», el personaje con cabeza de calamar famoso por la frase «es una trampa».

En el foro en el que hablan de guerra de las Galaxias, uno de sus conocidos llegados desde Australia directo a esta realidad paralela. «La espada laser me ha costado 500 euros y el traje de Obi-Wan, qu’il cosido yo, otros 400″, cuenta Michael de Múnich, o Rhodan Kenobi como escribe en su tarjeta este «jedi bavaro», que viaja con su hija, vestida de la jedi y que reconoce que su indumentaria le ha costado 800 euros.

Aquí hay actividades para pasar semanas: desde escuchar uno de los cientos de podcast de guerra de las Galaxias, como el español La tumba del resentimiento, hasta hablar con un agente de viaje de uno de los pays donde se rodó una de las películas. Unos se agolpan a por funkos exclusivos y otros entrenan con sus arenas laser. Hay incluyó una competencia de dracos. Mientras unos hacen carreras, otros se hacen fotos con famosos, para lo que hay que comprar posados ​​exclusivos. Ewan McGregor ha anunciado recientemente que ganó la venta, pero también al final de la semana ocupó a la niña de 10 años que actuó en Leia en Obi-Wan. Da igual que haya salido en cuatro películas o en una escena, si aparece en guerra de las Galaxias siempre tendrás un hueco en las mesas de firmas y las habitaciones de fotografías con los fans. Siempre habrá una convención para sentirse acompañado y sacar unos ahorros. La vida del actor es perra. Las convenciones son la única esperanza de muchos.

Fanático de 'Star Wars' disfrazado de Din Djarin, personaje de la serie 'The Mandalorian', en Londres.
Fanático de ‘Star Wars’ disfrazado de Din Djarin, personaje de la serie ‘The Mandalorian’, en Londres.TOLGA AKMEN (EFE)

Hayden Christensen, por ejemplo, renegó colgante años de su vínculo con Guerra de las Galaxias. Las malas criticas su Anakin y una nominación al Razzie a peor actor hieron mella en su carrera y su ego. Pasó a segundo plano y aprendió a lidiar con sus fantasmas desde una granja en medio de ninguna parte. Pero estas reuniones con los seguidores nostálgicos de su época le volvieron a hacer caer en los brazos de este universo: “No puedo sumir lo importante que ha sido reconectar. Recibir el apoyo de aquellos seguidores que eran niños cuando se estrenaron las precuelas ha sido muy reconfortante. Estoy comprobando qué significaron. Esa experiencia es por la que él volvió”, decía cuando estrenó Obi Wan. Mar en Orlando, Londres y Oriente Medio. Hoy no se pierde una convención. Ahí está el actor de C3PO y Billy Dee Williams, pero también Mads Mikkelsen, que solo salió en unos minutos de Un matónya hora se incorpora a la saga Indiana Jones.

Devoción, y también pasión. Para los fans no pasa una semana sin un nuevo teatro de la guerra de las galaxias. Este nicho de las redes ard Constantemente con gritos de «George Lucas lo haría mejor» o «este ya no es mi mandalorian». No hay mes en el que un cineasta de prestigio no trate de hacerse un nuevo guerra de las Galaxias, para que semanas después salte del barco, asustado por las cotas de exigencia que pide el público y Disney. Pero los dramas llevan existiendo desde El regreso del Jedi, cuando aparecieron las primeras criticas hacia el cariz infantil de los molestos ewoks. Diez años más tarde eran uno de sus mayores iconos. Esta convención hoy celebra el 40 aniversario de la primera vez guerra de las Galaxias se acabo para siempre. En plena Semana Santa, la guerra de las galaxias ah vivo más renacentista que Jesucristo. Algo bastante apto para una saga con claros toques bíblicos. La comparación la hizo James Mangold, uno de los directores de las próximas películas, en pleno Viernes Santo: “Quiero explorar la parte de los orígenes, el nacimiento de la religión jedi. quiero hacer los 10 mandatos de Star Wars”. Quizás en unos años la veamos anualmente junto a Ben Hur.

Las luchas generacionales también forma parte de la saga. Pero este centro de convenciones temático no era el momento. Han venido a celebrar su fiesta, su pasión. Pelearse por si la próxima película sale o no, o si el nuevo episodio de el mandaloriano (que vieron en exclusiva) cumple: lo harán más adelante frente al ordenador. Se han comido colas y han gastado lo indecible, pero durante estos cuatro días han logrado volver a sacar a su niño interior. Este es el camino. Aquí está la verdadera fe. La duda sobre si las series y películas promocionadas aquí funcionarán fuera de estas paredes, y si esto es una religión cada vez más de nicho, será debate para otro día. En realidad, tampoco la multitud de las procesiones de Semana Santa hace que llenen las misas los domingos.

Para fans del panel de 'Star Wars' y 'The Mandalorian'.
Para fans del panel de ‘Star Wars’ y ‘The Mandalorian’.Kate Green (imágenes falsas para Disney)

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