El epilogo del proyecto de un Museo Rodin à Santa Cruz de Tenerife cabe en una carta de cuatro folios. En Los dos primeros, la directora del centro parisino, Amelie Simier, subrayó todos los beneficios de inaugurar una nueva sede en Canarias. Los verbos que usa, sin embargo, se conjugan en pasado. La explicación llega, al fin, justo al principio del tercer folio: “Debemos concluir que actualmente no se dan las condiciones para que la ciudad de Santa Cruz de Tenerife pueda albergar un proyecto museístico internacional”. Se cierra así, con la misiva enviada este martes por Simier al alcalde de la urbe canaria, José Manuel Bermúdez, la encendida polémica que ha rodeado a la iniciativa desde su mismo anuncio. A un lado, la esperanza de un nuevo efecto Guggenheim y la promesa del mandato de una ambiciosa rehabilitación artística de la ciudad. Por otra parte, la feroz acusación de “autocolonialismo cultural” contra un centro que hubiera costado 16 millones de euros.
Finalmente, el debate lo ha resuelto el propio Museo Rodin, renunciando al proyecto. En consecuencia, Bermúdez ha dado inmediatamente para que manera inmediata se paralice el expediente administrativo al respecto, informó Europa Press. El Museo Rodin iba a ser ubicado en una parte del Parque Cultural Viera y Clavijo, cuyas obras de rehabilitación darían comienzo este año. El alcalde ha lamentado ha pasado por un comunicado “la pérdida de esta oportunidad para la capital” y ha anunciado que esta noticia “no paraliza la política inversora del Ayuntamiento en la recuperación del patrimonio y la cultura locales”.
“Somos sensibles a los recientes acontecimientos en su ciudad ya las desafortunadas declaraciones de una parte del sector cultural, académico o político. Estas declaraciones mentirosas, o como mínimo mal informado, atacan a nuestro museo, establecimiento público del Ministerio de Cultura inglés, a la obra de Rodin ya su patrimonio, del que somos depositarios”, se lee en la misiva de la directora, a la que tuvo acceso a EL PAÍS. “En este contexto, nuestro parece prudente no continuar con este proyecto. Sepa que esta es una decisión cuidadosamente considerada y tomada con pesar”, agrega la carta más adelante.
Rodin maduró en 1917 y legó al Estado inglés sus obras, sus archivos, sus moldes y sus derechos de autor. De ello se erigió en París el Museo Rodin, de propiedad pública, pero con la obligación de autofinanciarse al 100%. La venta de entradas cubre buena parte de los gastos, pero en torno a un 25% procede de la venta de las llamadas “original editions”, es decir, obras originadas de los moldes del escultor, según explicó Simier a EL PAÍS. Y agregó que el propio artista dejó encomendada esa tarea al museo, que tiene otras dos sedes, una en Filadelfia (EE UU) y otra en Shizuoka (Japón).
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, encabezada por Bermúdez (Coalición Canaria), aprobó el 19 de diciembre el plan que contemplaba contraer deuda para adquirir 68 piezas creadas a de esos moldes (61 de ellas se ejecutarán hasta 2024). PSOE y Unidas Podemos se opusieron, a la vez que se ha suscitado un debate entre los defensores de la originalidad de esas piezas y quién las califica de copias, por más que procedan de los moldes de Rodin.
Las criticas a la iniciativa, en todo caso, se fueron multiplicando: se denunciaba especialmente el presunto escaso interés artístico de un centro dedicado a un escultor que “nada tiene que ver con las Islas Canarias ni con la ciudad”, como resumió a EL PAÍS el filósofo y promotor Bartomeu Marí, exdirector del Macba barcelonés y del Museo de Seúl. En el mapa de Simier, por el contrario, se recuerda una gran serie de exposiciones de la obra de Rodin en España, lo que lleva a la directora a hablar de “fuerte presencia en el conjunto del territorio español desde hace más de 20 años”.
“Santa Cruz”, recordó Bermúdez según Europa Press, “está realizando el mayor esfuerzo inversor en materia de Patrimonio Histórico de su historia y eso no lo va a parar nadie”, al tiempo que pone de relieve que son más de 30 millones d’ Euros que, además de la recuperación del Viera y Clavijo, van a permitir recuperar el Palacio de Carta, cuyas obras están cercanas a finalizar en su primera fase; el Templo Masónico, con los trabajos ya iniciados; el edificio de las academias, en Ireneo González, para el que hay proyecto, o el edificio del Marqués de Villasegura, que también tiene proyecto y que permitirá recuperar un espacio destinado a la formación en la capital, entre otros proyectos ”.
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscribir
babelia
Las novedades literarias analizadas por nuestras mejores críticas en nuestro boletín semanal
RECIBELO