Es ir de nuevo. Como cada año en otoño, la liga de baloncesto profesional norteamericana retoma sus derechos. El martes 18 de octubre comienza una nueva temporada de la NBA, con el programa de ochenta y dos partidos de temporada regular por equipo, seguidos de etapas finales para los ocho mejores equipos de cada conferencia (más dos, que juegan un play-off de acceso en los playoffs).
Con la excepción de la transferencia del pívot francés Rudy Gobert del Utah Jazz a los Minnesota Timberwolves, la ventana de transferencia de temporada baja no ha sido la más animada. La crónica se ha alimentado más de los asuntos fuera del campo, entre la suspensión de un año del dueño de los Phoenix Suns por comportamiento racista y misógino por parte de la NBA, la marginación del entrenador Ime Udoka por parte de los Boston Celtics por no respetar la el código de conducta del equipo al tener una relación (consensuada) con un miembro de la plantilla del equipo, o los deseos de la estrella de los Brooklyn Nets, Kevin Durant, quien, tras reclamar su traspaso o la cabeza de su entrenador, Steve Nash, finalmente retomó los entrenamientos.
Una temporada muy abierta
“Hay muchos grandes equipos y especialmente mucho talento en la Conferencia Este, pero solo cuando se jueguen los partidos veremos quién tiene el mejor equipo”, un resumen de Kevin Durant en rueda de prensa. Los pretendientes, de hecho, no faltan. Habiendo regresado a las alturas de la NBA en junio, dos años después de tocar fondo, los Golden State Warriors de Stephen Curry aspiran a lograr otro doblete… pero encontrarán en su camino a los representados en el trono, los Milwaukee Bucks del fenómeno. Griego Giannis Antetokounmpo.
En una liga cada vez más internacional -como demostró la Eurocopa disputada en septiembre, donde brillaron ciertas estrellas de la NBA- varios equipos están haciendo gala de sus ambiciones. “Es muy abierto. Hay diferentes estrategias, pero este año no hay un equipo que nos imaginemos dominando, como ha sido el caso en el pasado.un brillante Chris Finch, entrenador de los Minnesota Timberwolves. Esta temporada se va a unir. »
Sobre todo porque, como los Denver Nuggets del pívot serbio Nikola Jokic, doble MVP (el jugador más Valioso“mejor jugador”) de título, varias franquicias de la NBA han encontrado jugadores importantes, lesionados durante la temporada 2021-2022.
¿Puntos récord por venir para LeBron James?
Sigue siendo el máximo anotador en la historia de la NBA desde abril de 1984, Kareem Abdul-Jabbar debería ser destronado durante la temporada. Los 38.387 puntos del ex pívot de Los Ángeles Lakers deberían ser superados por un jugador que también milita en la franquicia californiana. Con 37.062 puntos anotados al inicio de la temporada, y una media de 27 puntos por partido desde el inicio de su carrera, LeBron James va camino de asentarse en lo más alto de un ranking que muchos observadores consideraban inmutable.
“Estar allí y saber que estoy a punto de romper el récord que muchos jugadores persiguen es increíble”, reconoció la estrella de los Lakers. En la NBA desde la temporada 2003, LeBron James está entrando en su vigésima temporada en la liga, tanto como Kareem Abdul-Jabbar. Apodado el “Rey” durante años, LeBron James debería reclamar la corona del mejor anotador de la historia, al menos por una lesión.
Nueve franceses, con ambiciones variadas
El contingente tricolor se fue reduciendo, a pocas horas del inicio de la temporada, con los sucesivos incumplimientos de Killian Tillie y Timothé Luwawu-Cabarrot. Todavía serán nueve para representar a Francia en la NBA esta temporada. Entre los cabezas de cartel, Rudy Gobert, que emprende una nueva aventura tras su fichaje por los Minnesota Timberwolves, Evan Fournier, que sigue siendo titular en los New York Knicks pese a una primera temporada complicada, y el extremo Nicolas Batum, sólidamente instalado en la rotación de un equipo que aspira al título, Los Angeles Clippers. “Batman” ha optado por perderse la Eurocopa este verano, para recuperarse y entrar en gran forma en su decimoquinta temporada en la liga. “Vamos a jugar para llegar al final. Esta podría ser mi única oportunidad de hacer esto”.insistió el francés.
Si su papel fuera menos importante, Frank Ntilikina (Dallas Mavericks), Killian Hayes (Detroit Pistons) y Ousmane Dieng (Oklahoma City Thunder) tendrán una carta para jugar esta temporada. En cuanto a Théo Maledon (Charlotte Hornets), Moussa Diabaté (Clippers) y Olivier Sarr (Portland Trail Blazers), sus contrato bidireccional los obligará a ir y venir a lo largo de la temporada entre su equipo y la G-League, la liga de desarrollo de la NBA.
Última temporada antes del despegue del cohete Wembanyama
A sus 18 años, Victor Wembanyama aún no ha jugado en la NBA. El inmenso potencial del interminable jugador de los Metropolitanos 92 (2,21 m) ya está llamando la atención en la liga norteamericana. “Tiene todos los atributos de un jugador capaz de cambiar la canasta”, reconoció a Adam Silver, el jefe de la NBA. Con mayor potencial en el basket mundial desde LeBron James, hace veinte años, el francés atrae la atención de todas las franquicias. Y más desde los dos partidos de pretemporada disputados por su club en Las Vegas, a principios de octubre, donde brilló el “unicornio”, apodo que se le da a los jugadores excepcionales. Sin valorarse en las grandes ligas esta temporada, debería influir en su progreso.
En esta liga cerrada, donde la treintena de equipos en liza tienen garantizado no descender, el draft system -una especie de gran bolsa para universitarios y jugadores extranjeros que aún no pertenecen a la NBA- favorece a los equipos con peores resultados, para potenciar su competitividad. Además, cuando un jugador tiene un potencial inmenso, como Victor Wembanyama, que tiene la facilidad de un fullback o un extremo en el cuerpo de un pivote, algunos equipos hacen todo lo posible para terminar la temporada con el peor registro. Este fenómeno, apodado “tanking”, ahora nunca se acepta – y sigue prohibido -, pero hay muchas posibilidades de que muchos equipos abandonen rápidamente la carrera por los playoffs para cazar al “unicornio” francés, probablemente garantizado como el número uno de el próximo borrador.