Aldana Costa (28) y Alex Martínez (32) lo sentian en el cuerpo pero no lo ponian en palabras. Algo así como un secreto de la voz que puja por salir hasta que un dia detona como bomba vital y cambia todo para siempre.

Con una historia de siete años en pareja, proyectos compartidos y toda la vida por delante, habia algo que no funcionaba puertas adentro. Le dieron vueltas en charlas verborrágicas, horas de silencios, sentimientos y emociones encontradas. Hasta que un día bisagra, de sinceridad sexualencontrar el punto del ovillo al problema.

“Necesito un cambio. Necesito algo más”, dilo. “Yo necesito lo mismo”, coincidencia el. Simple y directo. Fin de una etapa de una sexualidad clásica y monógama. Principio de otra múltiple, con códigos y reglas propias, en donde no cabe la palabra infidelidad.




Aldana le dio a Alex que necesitaba algo más. Y el coincidió. Foto Martín Bonetto

Fue el puntapié. Con la decisión tomada, ella esteticista, el maestro mayor de obras, avanzaron. Bucearon rápidamente en un mundo confuso en el que fueron encontrando respuestas. Primero abre el juego en los tríos y en poco tiempo saltaron al universo swinger que hoy «disfrutan» sin titubeos y en el que piensan quedarse hasta cansarse, si es que eso pasa alguna vez. Son swingers orgullosamente.

«Alex primero me dio el gusto a mí con los tríos y experimentamos con otro hombre. Después, probamos con una mujer para darle el gusto a él y yo reconocido como bisexual. Enseguida, pasamos a relacionarnos con otras parejas”, contó Aldana los primeros pasos de su sexualidad swinger. «Intercambiar pareja no es algo depravado. Es vivenciar otro tipo de sexualidad en la que cada vez más somos los que nos animamos a vivirlo y contarlo. Para nosotros significa sobrio todo explora las fantasías de cada uno”, asegura.

En ese «explorar nuevas vivencias», la pareja revivió como brasero al fuego. Fueron encontrando de todo y para todos los gustos. Hoy la gama sexual incluye encuentros «más vainilla», es decir cruces con parejas con las que se juntan primero a hablar ya conocerse para después avanzar o no en la modalidad swinger. También prueban situaciones de «grupo swinger» -que «no son orgías», dijo Aldana- en donde conocen otras tres o cuatro parejas y hacen «intercambio». Accede a ellos en bares o boliches, fiestas privadas oa través de webs y apps.

“Puede ser que te guste o no la pareja del otro y ahí ves qué hacés. Non es algo que tenés qu’vivir obligatoriamente. Como todo en la vida, si alguna vez es posible decidir que no y de decir sobre todo a tu pareja que no vas a hacer o te incomoda que haga esto o aquello porque no te cierra”, explica Aldana.

La pareja dice que el cambio los revitalizó.  Foto Martín Bonetto


La pareja dice que el cambio los revitalizó. Foto Martín Bonetto

De hecho, su peor experiencia fue casi en el arranque, compare Aldana. Se toparon con otra pareja quería hacer un trío solo con Alex, dejándola afuera en muchos momentos. Además el hombre de la dupla quería controlar todos los movimientos. Las reglas se rompieron y el cruce de parejas no prosperó. Muy distinto fue un encuentro swinger grupal al que, además de parejas, terminaron sumándose solos y solos. Lo recuerdan como un hito. «Fue espectacular», calificó.

“El mundo swinger siempre existió pero estaba oculto. Ahora vive con más libertad. Una muestra de eso fue lo del crucero swinger (NdR el Azamara Pursuit, primer crucero swinger que atracó en el puerto de Buenos Aires). Rompió un poco con el misterio y la clandestinidad. A mucha gente le empezó a interesar realmente lo que es ser swinger soltando un poco el tabú impuesto por la mirada acusatoria de la sociedad”, subraya Aldana.

«Adiós al tabú», coincide Isaac Ain (64), encargado de Star New, uno de los primeros clubes swingers de la ciudad de Buenos Aires. “Siempre Fuimos muy perseguidos y bastardeados. Aunque nos falta crecer mentalmente como sociedad, hay mayor apertura que en los 90 cuando abrimos el club en Flores”, comparó Ain.

Preciso : «El swinger no es igual al fiestero. Es intercambiar pareja con tu compañera o compañero con años de convivencia y tal vez hijos en común. No es sacarte fotos sexuales con otros y otras en una pileta para después soportarlas a las redes. Para mí eso es degradación”.

Isaac Ain, dueño de Star New, uno de los primeros desnudos del swinger de la ciudad.  Foto Germán García Adrasti


Isaac Ain, dueño de Star New, uno de los primeros desnudos del swinger de la ciudad. Foto Germán García Adrasti

En este caso, abre las puertas del club. los viernes y los sábados con reserva. A diferencia de los 90, que armaban encuentros para unas 20 parejas, hoy suelen juntarse unas 100 además de las solas y los solos. Si hay coincidencia, las siguen en espacios particulares o en hoteles de la zona que forman parte del circuito y acepta la movida swinger.

Estan los clubs pero tambien hay ofertas infinitas en webs y aplicaciones. Isaac sostiene que los clubes son espacios seguros. Por su parte, Aldana admite que hay que estar atentos a no caer en sitios o perfiles truchos. Ella y Alex leen muchas recomendaciones que hacen otras parejas para no ser estafados ni caer en trampas sexuales. Muchas de esas recomendaciones las hacen duplas que conocen del mundo swinger, con lo cual es una tarjeta de confianza para el avance.

En su historia y cotidianamente, su vida sexual guest sin obstáculos con la vida familiar. Aldana y Alex tienen un hijo de seis años con el que comparten todo el tiempo posible como cualquier madre o padre que trabaja Durante muchas horas al día. Si la puerta del desierto se abre, Lamán a la Ninera para que los cubra y se crucen con otras parejas en encuentros pautados. Esto ocurre generalmente los fines de semana.

“Mi entorno sabe de mi elección sexual y no me juzga. En el caso de Alex, algunos saben y otros no. Esto no tiene nada que ver con nuestro hijo al que criamos con todo nuestro amor. El sabe que mamá y papá salen a divertirse y por ahora es suficiente“, dijo Aldana. «Tratamos de salir todos los fines de semana», completa Alex.

"Fuimos muy bastardeados", de Isaac Ain.  Foto Germán García Adrasti


“Fuimos muy bastardeados”, de Isaac Ain. Foto Germán García Adrasti

Segura del camino sexual elegido, la esteticista decidió sumarse como panelista al programa «La Hora Secretum» por YouTube, donde habla y comparte una vez por semana las experiencias del universo swinger vía streaming: en breve arranca la segunda temporada.

Como lo del crucero, señala, es una forma de naturalizar lo que está pasando actualmente en muchos vínculos de pareja. Por su parte, Isaac sube anécdotas vividas en su club swinger en su canal de YouTube «Sexo con Isaac». «Nuestras cosas pasaron increíbles, como por ejemplo que se encuentra entre padres con hijos. En algunos casos tuvimos que sacarlos por otras puertas para que no se vean”, relató.

La pareja dice que ya no volvería a su sexualidad anterior.  Foto Martín Bonetto


La pareja dice que ya no volvería a su sexualidad anterior. Foto Martín Bonetto

¿Se arrepienten de algo? ¿Pensaron en algún momento en volver al principio, en donde solo eran dos sexualmente? Clarín a Aldana y Alex. “Es un proceso que avanza y no se detiene. No hay retorno a la sexualidad anterior. Así somos felices”, señaló. Pasaron tres años desde el día bisagra. Ya llevamos una década juntos. Para ellos, el cambio fue y es la norma.

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