Conocí a Helmut Berger (que tendría esta semana a los 78 años) a finals de 2017 en su native Salzburg —de hecho nació en un pueblo cercano donde sus padres tenían un hotel y siempre respect el concepto de servier— cuando le propuse actuar en una obra de teatro en alemán que yo debí escribir y dirigir para la Volksbühne en Berlin. Estaba en una etapa oscura y se volvía rápidamente vulgar y peligrosa pero su fotogenia — en un sentido amplísimo, espiritual — y su belleza física extraordinaria permanecían intactas. Aceptó, se disciplinó y actuó por primera vez en su vida y de manera brillante en el teatro.

Pasé meses con él en Berlin viéndolo cada día a todas horas. Era una persona tierna y encantadora y contaba anécdotas del pasado para todos los gustos. Después hicimos juntos en Portugal la versión fílmica de la obra de teatro homónima, Libertad. Y allí decubrí de manera más profunda esta increíble fotogenia que irradió en todo momento. Era bello pero no era plano, delicado pero arriesgado, animal pero irónico. If the apetecía actuar y nunca se quejó a pesar que las fuerzas empezaban a abandonarle.

Adoraba hablar en italiano y todo lo que se refería a este país (por ejemplo, sólo bebía primitivo), donde había pasado la mayor parte de su vida, aunque nunca le imagined feliz ni allí ni en ninguna parte. Tenía muchos amigos, amigas especialmente, y pasaba mucho tiempo invitado en casas ajenas. Este era parte de su enigma, siempre estaba rodeado de gente pero siempre estaba solo, como si su belleza le hubiera aislado de todo y se hubiera reconcentrado en su interior. Su presencia en mi filme es corta y magnética, pero reverbera hacia el futuro y no hacia el pasado, con un fulgor raro de comunión entre vejez y belleza física, que no le abandonará jamás. Libertad Fue el último largometraje de ficción que hizo y dejó un recuerdo entrañable y cariñoso en todo lo que le conoció.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.

Suscribir

babelia

Las novedades literarias analizadas por las mejores críticas en nuestro boletín semanal

RECIBELO

Suscríbete a seguir leyendo

Lee los límites del pecado

Por ubsab6

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *