Cinco documentos más. Los ayudantes de Joe Biden han encontrado más informes clasificados en la casa particular del presidente de Estados Unidos en Wilmington (Delaware), según ha revelado este sábado la Casa Blanca, en un nuevo episodio de una saga comenzada esta semana y que amenaza con complicar el mandato del líder democrático.

Después de qu’a comienzos de esta semana los abogados de la Casa Blanca dieran a conocer qu’en November se encontraron pape les clasificados de la época en la que Biden fue vicepresidente (2009-2017) en la oficina de un Centro de estudios que el actual jefe de Estado sacó tras dejar aquella carga y en el garaje de su residencia en Wilmington, el miércoles los abogados personales del presidente encontraron un documento de una página también clasificada en un cuarto junto al garaje.

Entonces, según explicó el abogado de la Casa Blanca Richard Sauber en un comunicado, suspendió la búsqueda porque esos letrados no tienen autorización para manejar documentos oficiales confidenciales. Sauber, que si es suyo, se desplazó a Wilmington el jueves, acompañado de funcionarios del Ministerio de Justicia, para continuar con la pesquisa. En la caja donde encontré la página clasificada encontré otras marcadas como de acceso restringido.

“Mientras entregaba (el documento) a los funcionarios de Justicia que me acompañaban, apareció entre el material adjunto otras cinco páginas con el sello de ‘clasificado’ en ellas, para un total de seis páginas. Los funcionarios de Justicia se hicieron cargo de ellas de inmediato”, dice Sauber.

Al mismo tiempo, el abogado personal de Biden, Bob Bauer, ha hecho pública una secuencia de los acontecimientos en torno al descubrimiento de los documentos confidenciales, en un intento por aclarar ya que la Casa Blanca y el presidente colaboraron con la investigación de la Justicia.

El hallazgo de los papeles clasificados de Biden guarda algunas similitudes con el caso de los documentos confidenciales incautados al expresidente Donald Trump en Mar-a-Lago, su residencia en Florida. La legislación estadounidense obliga a los altos funcionarios a entregar a los archivos oficiales el material confidencial que manejaron en el cargo.

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Pero los casos de los dos presidentes también tienen diferencias importantes. El actual inquilino de la Casa Blanca asegura desconocer que ese material estuviera en su poder, y tanto él como sus asesores enfatizan que han entregado voluntariamente los papeles y colaboran en todo momento con el Departamento de Justicia. Por otro lado, Trump ha acumulado cientos de documentos confidenciales que él solo archivó en registros oficiales luego de que un registrador del FBI en Mar-a-Lago, aprobara los tribunales para reclamos por el ingreso de este material. El exjefe de Estado encara una investigación por Obstrucción de la justicia en relación con ese caso.

En el caso de Biden, el gran interrogante ronda al momento en que se hizo público el primer hallazgo de papeles. Solo se divulgó esta semana, cuando los documentos se habían localizado el 2 de noviembre. El 8 de ese mes se celebraron elecciones de medio mandato en Estados Unidos y la noticia podría haber tenido un impacto en los resultados de esos comicios, donde los demócratas lograron mejores resultados de lo esperado.

Aquella decena de documentos encontrados mientras se vaciaba la oficina que Biden mantuvo en el Centro Penn Biden para la Diplomacia y el Contacto Global sacaron material clasificado como alto secreto, según han publicado medios estadounidenses. Tras el hallazgo, el fiscal general, Merrick Garland, nombró el jueves para investigar el caso a un fiscal especial, Robert Hur, funcionario del Departamento de Justicia nombrado durante el mandato de Trump.

Según apunta Bauer en el comunicado, «los abogados personales del presidente han intencionado equilibrar l’importancia de la transparencia pública donde es apropiada con las normas y límites establecidos para proteger la integridad de la investigación». “Son consideraciones necesarias para evitar la publicación de detalles relevantes para la investigación mientras esta se lleva a cabo”, agrega.

Según la secuencia divulgada este sábado, tras el hallazgo inicial en el centro de estudios, los abogados de Biden colaboraron con la Administración Nacional de Archivos hasta que el día 10 de noviembre el Departamento de Justicia sobre las indicaciones qu’había comenzado una investigación preliminar lo ocurrido El 20 de diciembre, una petición de Biden notificó al Departamento de Justicia que había encontrado documentos en el garaje del residente en Wilmington.

El 11 de enero, los abogados de Biden visitaron las residencias privadas del presidente en Wilmington y la playa de Rehoboth, también en Delaware, para determinar si tenían más papeles confidenciales. En la vivienda de Rehoboth no encontramos nada, en Wilmington localizamos el documento de una página en el cuarto junto al garaje.

“Hemos divulgado ya detalles específicos sobre los documentos identificados, cómo se identificaron y dónde se encontraron”, indicó Sauber en el comunicado. La Casa Blanca dejará de responder a preguntas sobre esta investigación ahora y las referirá a la fiscalía especial que se encarga del caso.

Bauer, por su parte, ha señalado que proporcionar más detalles podría «complicar la capacidad de las autoridades involucradas en la investigación para obtener información puntual».

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