“Nuestra idea de puesta en marcha es simple, es Exotic Dance Wonderbox para madres solteras. Ya hemos ganado el concurso Inno’startup en Choisy-le-Roi con este proyecto. » Esta presentación ficticia de puesta en marcha nos llega de “Presentación de tecnología francesa”, una gran herramienta que genera automáticamente complicadas presentaciones de empresa, o “pitch”. Bien orquestado, un “tono” puede ser la quintaesencia, a veces la última etapa del discurso oficial “galimatías” de la empresa.
En una economía de la atención donde los ingenieros de Google demuestran nuestra capacidad de concentración al nivel de un pez dorado (unos nueve segundos), el pitch es una presentación muy breve que pretende despertar el interés de quien escucha. Es un topo, un resumen que va directo al grano, claro, pero sabiendo manejar el verbo. Como dijo el poeta Nicolás Boileau (1636-1711), “Lo que hemos diseñado bien se expresa claramente, y las palabras para decirlo surgen con facilidad. » (Canto yo, arte poético).
En las start-ups, el pitch, entre cinco y diez minutos, presenta el proyecto a los inversores. El “elevator pitch” -o “elevator pitch”, o “elevator speech”, porque hay que convencer en el tiempo de un viaje en ascensor- ya ni siquiera tiene tiempo de ser bonito, ya que tarda menos de un minuto. Así, simplemente agrupará todos los siguientes elementos: a qué problema responde la empresa (con un número concreto para describir este problema), cuál es la solución, el producto, el tamaño del mercado, el modelo de negocio, los competidores y proyecciones financieras.
En recursos humanos, es común que a un candidato a un puesto de trabajo se le pida que “lance” su trayectoria profesional, cuando se le pide que se presente: se espera que cuente una historia rítmica, no su CV, que ya conocemos, en cinco minutos. Por ejemplo, embellecerá ciertas anécdotas quirúrgicas de su pasado, aplicará un barniz a sus sueños de infancia o alguna cita arrogante -como la que podéis encontrar dos párrafos arriba-.
En medio del cine
También encontramos este término en el mundo del cine: como en el mundo de los negocios, el resumen de una película en tres líneas puede sellar su destino, o recordar al guionista que aún hay tiempo de dar la vuelta, frente a la no originalidad. o el lado sin cola ni cabeza del resultado. Sobre este tema, no dude en consultar el excelente “Generador de cine con Christian Clavier”quien creó guiones ficticios para comedias francesas.
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