Gustavo y Teo, padre e hijo, ocupa un puesto en el ingreso en playa Las Toscas, en Mar del Plata. Venden sombreros, sombreros australianos (con tiritas), gorros, gorras con visera. Arrancaron el lunes y se agotaron los gorros piluso. «Tenemos que ir a pedir más, es una locura... Los pibes quieren los de la Selección, pero volaron en menos de 24 horas», dice Teo, de 20 años.
«Siempre estuvimos presentes los gorros piluso en toda la Costa Atlántica, pero esta temporada hijo furor. Fíjate, los ves por todos lados. La verdad que no encontramos mucha explicación, recién una familia de cuatro se compró uno para cada uno y me dejó seis lucas. Estoy sorprendido y eso que llevo 30 años como vendedor… Como dice mi hijo, no tienen edad, los quieren desde chiquitos, pasando por pibes de 20 hasta señoras mayores“, suma el padre.
Al piluso se lo conoce asi porque era el gorro tradicional que usaba Alberto Olmedo cuando caracterizó al Capitán Piluso, el más entrenable de sus personajes. Pero también se conoce a este típico accesorio como pescadorya que es el que usan para cubrir su cabeza y parte de la cara del sol cuando salen a pescar.
El fabricante local Martín Mastrelet ratificó el boom de los pilusos, cuya la producción aumentó un 200 por ciento. «¿Por qué el furor? Porque es un accesorio estacional, de verano, que en la playa salva la cabeza, protege te de un sol cada vez más fuerte y ya no alcanza sólo colocarse solar protector. Así como los pilusos se multiplicaron, también desaparecieron los gorros australianosque son un poquito más amplios y con tiritas para atárselo».
«Mucho, mucho… tener 20, hay 2». Zuola, vendedor extranjero, hace el esfuerzo por explicar cómo en tres horas caminando por las arenas del Torreón del Monje vendieron casi todos los gorros piluso. «Muy barato», apunta creyendo que en el precio está la explicación. En la playa cuestan $1.000 y en los negocios a la calle $1.500.
Elida y Alberto son un matrimonio de Quilmes que se encuentra bajo una sombrilla cada uno con su gorra piluso. «Se la había visto en la tele a una famosa, hace un par de días, por lo que lo primero que hice el lunes, cuando legué a Mar del Plata fue ir tiene un local en el pedestal San Martín y comprarme una par mí. Me gusta, es Moda«. Su marido, a su lado, agrega que «son más livianos y cómodos que las gorras con aimera. Además, no sólo transpiro menos, sino que me cubre la nuca».
Nacho y Agustina juegan en la orilla con Antonia, quien no pierde la paciencia con su palita intentando hacer pozos. Los tres están de estreno en su testa. «Llegamos el domingo con la lluvia y el frío, pero caminando por la avenida Colón le compramos la gorra a la nena. Sí nuestros gustos así como nuestros regalamos uno a cada uno«, des este albañil de Trenque Lauquen.
«Piensa que serie los únicos con estas gorras ochentas, pero nos dimos cuenta de que todas las tienen. Por suerte hay de todos los colores y diseños. A mí me rinde más que el sombrero o la gorra con visera, porque me protected más del sol y es práctico y ligero“, describe Agustina, maestra jardinera.
La tendencia asomo cuando llegaron los campeones del mundo desde Qatar y a algunos jugadores como Germán Pezzella, Guido Rodríguez, Huevo Acuña, Lisandro Martínez y Juan Foyth se los vieron con gorros piluso violetas con las tres estrellas, que lanzó la marca Adidas por un valor de $ 12.000 y agotó. También Antonella Rocuzzo, la esposa de Lionel Messi, mostró en imágenes luciendo una ejemplar y causada sensación.
El piluso de Adidas tiene la misma tonalidad de color -inspirada en la igualdad de género- que la camiseta alternativa de la Selección, que estrenó en el partido contra Polonia. La web de la empresa detalla que figura agotadapor lo que est imposible de conseguirlo a traves del canal oficial.
Dice Martelet, el fabricante, que «es un producto que verás más en los famosos, desde futbolistas, pasando por actrices y ni hablar en figuras del rap, trap y la musica urbana, con lo cual la gente copia de ellos los estilos», señala el productor, que tiene una pyme que apunta a un diseño más personalizado, con estampados y colores a elección.
Local de juguetes, casas de ropa y hasta kioscos de revistas incorporó los gorros piluso «porque advertimos en estos días que tienen mucha salida», dice Marcela, dueña de un polirrubro en la zona céntrica. «Sus modas, no hay muchas cubiertas. Van, vienen, pero esta temporada me parece que se imponen por sobre otros accesorios porque son cómodos ya buen precio», analiza la marplatense, que lleva 20 años con su local.
Luis tiene un puesto de diarios en la calle Rivadavia, pero vende más juguetes que revistas: «El lunes compré 10 gorros piluso y los puse en un perchero a un costado del puesto para ver qué pasaba. No me quedo ninguno. Los soldí a $ 1,000 y ahora compré otros 30 y los coticé a $ 1,200, porque a mí también me los aumentaron. La semana que viene me traerán los de la Selección argentina, con las tres estrellas. Esos son más caros, los venderé a 2.000 $. Intuyo que se agotarán pronto«.
«Yo se lo vi a (la cantante) María Becerra y me encantó. Me compre uno blanco como el que usó ella, bien top, para hacer facha. Me encanta, pero no me imaginé que todos estaríamos en la misma, que quemo«, the dice Guada a sus amigas Georgina, Melina y Rosina. «Miralas, las convencí para que estemos todas a la moda y nos los compramos acá. Sus fresquitos, copados, pero sobre todo tienen mucha facha«, repite Guada.
Rosina cuenta que se los vio a Rihanna y Billie Eilish «y flasheé, me parecía sobrio pero canchero. Y después me convencí cuando se lo puso Antonella (Roccuzzo), la mujer de Messi. A ella todo le queda bien, pero creo que este gorro no deja mal parado, además de que tu estilo es fácil de combinar. Tenés de colores, estampados y floreados y todos son lindos».
Elena (72) camina por la Ventosa Peralta Ramos y se acomoda su pelo y luego el gorro. «Tengo cuatro o cinco, los uso desde hace 20 años. No sé si estoy a la moda, pero siempre me gustaron. Todo lo que tienen de simple, también lo tienen de efectivo: no se vuelan, se lavan fácil y secan rapidísimo. Además estoy contenta porque pude hacer que mis nietas los usaran gracias a que están en todos lados», cuenta.
«Este alto de gorros piluso tiene que ver con que influencers, instagramers, deportistas y actrices muestren con algún diseño y Está tomada en Los pibes que se desesperan por no quedarse afuera. Los grandes quieren también pero esperan su tiempo», analiza Augusto, de Punta Mogotes, vendedor que tiene un puesto con solo los gorros. «Yo creo que van a ser las grandes estrellas de la temporadacostará encontrar a alguien que los desbanque».
Conoce Augusto el mercado y mucho más la playa. Si bien todavía es prematuro, el gorro piluso picó en punta y todo indica que se imponrá. «Es sencilla la fórmula: se usa en las calles, plazas, en la playa y es apta para todo público. La gran virtud del pelo es su versatilidad«.
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