Dina Boluarte, presidenta de Perú, durante su mensaje televisado de este domingo.presidencia del peru

La politica peruana ha entrado en un ya visto. Si la solución a la última crisis, que llegó con el autogolpe fallido de Pedro Castillo el 7 de diciembre, está en manos de la nueva presidenta del país, Dina Boluarte, o del Congreso, no se puede esperar una solución a corto plazo. Los dos poderes siguen interpelándose para adelantar las elecciones generales o renunciar, pero nadie da un paso adelante. Este lunes, el Congreso volvió a albergar el debate para celebrar los comicios en 2023, tema que ha sido debatido sin éxito en numerosas ocasiones en los últimos dos meses, la última el pasado viernes.

Los manifestantes mantienen desde las calles su presión al Gobierno, que cada vez se siente con menos margen de maniobra. Durante el primer mes y medio, las protestas mantuvieron en las regiones del interior, sin alterar demasiado la vida de Lima, la capital que concentra un tercio de la población del país. Pero desde hace 10 días, los enfrentamientos por la represión policial se han trasladado a las calles de la capital. The crisis ha costado la vida ya a 58 personas, la última este sábado en Lima, por la desaparición de un proyectil.

La presidenta dio un discurso este domingo por la noche en el que se notó un cambio de tono respecto a mensajes anteriores. Le pidió al Congreso que asumiera la «responsabilidad histórica» ​​​​​​de aprobar el adelanto electoral para 2023, en lugar de a mediados de 2024, como estaba previsto. “Digámosle al Perú entero, con la más alta responsabilidad: nos vamos todos”. Con esas palabras asume el grito que se ha extendido ya por el país, en el que los ciudadanos demanden «que se vayan todos»: el Gobierno y el Congreso.

Los congresistas han recogido el guante de la presidenta sin ningún entusiasmo ni muestras de querer cambiar sus posiciones. El pasado viernes ya se dio ese debate en el Pleno y fue rechazado por una amplia mayoría. Solo hubo 45 votos a favor y 65 en contra. El ambiente no es de que esto vaya a cambiar de un dia para otro. Hay partidos que demanden la renuncia de Boluarte, congresistas que sostienen que celebrar las elecciones en abril de 2024 est lo correcto para poder llevar a cabo reformas políticas previas y otros, los menos, que abogan por irse cuanto antes.

El descredito de todas las instituciones del país es absoluto. La desaprobación del presidente es del 76% y el índice de aprobación del Congreso es del 7%, según la última encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP). En este mismo sondeo, un 56% aseguró que las fuerzas del orden se excedieron en la represión de las protestas, pero un 26% respaldó la actuación policial. La crisis política sigue agravándose después de años de ingobernabilidad en un país que lleva seis presidentes en cuatro años.

Boluarte, sin embargo, no ha dado muestras de planear una renuncia por ahora. Una historia que tampoco deembocaría en elecciones inmediatas, ya que el presidente del Congreso, José Williams, asumió la presidencia del país. El especialista en derecho electoral José Villalobos explicó que la renuncia también “generaría un problema”. No está claro qué tipo de elecciones habría que convocar entonces; y porque estas tendrán que celebrar en 2024.

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El presidente quiso mostrar el domingo que su intención de irse a través del adelanto electoral es clara. Por eso anunció que si el Congreso no aprueba esta vez la convocatoria a octubre de 2023, el Ejecutivo presentará dos proyectos de ley para hacerlo. Aunque estos también tendrán que pasar por el Congreso para ser aprobados.

El cambio de talante de la presidenta, que en sus mensajes anteriores siempre carga contra los manifestantes y defendió la actuación de las fuerzas de seguridad, también se notó en otro de sus anuncios. Propuso la reforma total de la Constitución de 1993, que fue promulgada durante el Gobierno por Alberto Fujimori. Esto, que resultó inimaginable hace unas semanas, es otra de las demandas que más escuchan en la calle.

Una vez que el Congreso acordó discutir el adelanto electoral, se suspendió la sesión para iniciar la ronda de contactos entre los partidos y acordar un nuevo texto para ser leído al pleno. Este podría celebrarse este mismo lunes, si alcanzan un acuerdo, o en los próximos días. En caso de que el Congreso llegara haya aprobado la nueva fecha de los comicios, la primera vuelta se celebrará en octubre y la segunda en diciembre de este año.

Mientras estos debates, que no son nuevos, se dan en el Congreso, la convulsión se mantiene en las calles. Desde el mediodía, 1.000 personas se dirigen al centro de Lima ya las regiones del interior, las primeras en levantarse el pasado diciembre, la situación sigue siendo caótica. El Gobierno envió este lunes a 2.000 policías a las regiones de Ica, al sur de Lima, y ​​​​​​Puno, al sur del país, para tratar de recuperar el control de las carreteras, que suman varios días de blocos.

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