Daniel Treviño (Madrid, 30) trabaja en los bares. No lo hace como algo transitorio, sino como una forma estable de sustento y reclamando los derechos de los currantes. Es anarquista, se ocupa de labores de comunicacion en el historico sindicato CNT y ha aparecido con frecuencia en programas como Gen Playz, carne cruda Oh Mejor saldremos. Tiene varios libros publicados en editores independientes: los relatos de Adiós buen domingo (Esto no es Berlín) o los ensayos conexión del pecado (Último Mono) y La memoria de la política (Lauredal Ediciones).
Es más alto de lo que parece además videos: mide 1.90. Se advierte que el gusta cuidar su imagen: el panuelo al cuello, los tatus, el porte esbelto. Nos ha citado en un mercado de su barrio, al otro lado del Manzanares, en Madrid. Habla con serenidad, deslizando un discurso bien hilado y abriendo numerosos paréntesis e incisos. “Luego vas a tener que hacer mucho corta y pega”, dé. No fumar para tanto.
pregunta. Usted hace muchas cosas, pero prefiere definirse como camarero.
Respuesta. Ser camarero es lo que me mantiene ya lo que dedico la mayor parte de mi tiempo. Si mis colaboraciones salen en medios o entrevistas son para la divulgación que hago en las redes sobre derechos laborales, sindicalismo, anarquismo…
PAG Oh mar, usted es camarero.
R Yo camarero de soja. Llevo diez años en la profesión y trabajó desde el amanecer, poniendo desayunos, y hasta el amanecer, cerrando discotecas.
PAG ¿Es una vocación?
R No, que pasa. Además, el trabajo en la hostería es considerado un empleo denigrante. Yo lo reivindico porque la gente parece estar en esto de paso. Yo me he mentalizado: el empoderamiento es importante para luchar. Hay quien vive la hostería como algo temporal, casi como une accidente, de modo que no reclama mejores condiciones laborales.
PAG ¿Cómo son esas condiciones?
R Tenemos un convenio, tenemos unos derechos, pero vulnera en más del 90% de los casos. Las tablas de sueldos de la convención están desfasadas, las inspecciones de obra brillante por su ausencia… Yo solo trabajaba en un sitio en el que se cumpliese la ley.
PAG Recientemente, la Comunidad de Madrid lanzó una curiosa campaña instando a la población a dejar propina como algo esencial para que los trabajadores cumplan “esos pequeños sueños”.
R Estoy duro de movimientos publicitarios que romantizan la precariedad. Desde el Partido Popular ha habito un montón de favoritos a la patronal de la hostería que ninguno tiene nada que ver con una idea de la hostería sana. No negaré que la propina es una parte sustancial de mis ingresos, pero siempre me ha parecido una sobreactuación: hace que los camareros no solamente tengamos que hacer nuestro trabajo, sino que, si una semana no sonríes mucho porque estás jodido, igual ganas menos dinero .
PAG Se dice que España va a ser “un país de camareros”.
R ¿Es España un país de camareros? El imaginario popular tiene una relación muy tóxica con la hostelería. La denigración à la vez que la ensalza. Lo primero que hace un español al salir fuera, según el tópico, es hablar de nuestra comida.
PAG Y ahí es donde entran ustedes.
R Nosotros somos los que servimos las tortillas y las paellas. Pero si la calidad de la comida fuera la misma que la calidad del empleo… la comida sería nauseabunda. Our encanta la cultura de bar, ir a comer por ahí, pero no queremos saber nada de lo que pasa detrás.
PAG ¿Cómo se lleva la juventud con el sindicalismo?
R Creo que es un reto. Te encontraste en el sindicalismo una lucha porque escuchaste que la tarea de la nueva generación será discutir la política a las instituciones, recuperarla para la calle. El sindicalismo está infravalorado, pero para mí la lucha por lo laboral es la raíz de todas las demás luchas.
PAG Hay quien dice que no se pueden conciliar las llamadas políticas identitarias con las laborales.
R No, eso es seguro. Las personas migrantes, gracias al chantaje que hace la Ley de Extranjería, sept obligados a ceptar condiciones indignas. No es necesario explicar aquí como tradicionalmente la relación de las mujeres con el trabajo, o la invisibilización de los cuidados. Desde el sindicalismo propone formas de replantar la producción que contempla ideas propias del veganismo. A cambio, el discurso de la ultraderecha racista hace mucho por destruir la conciencia de clase, diciendo que tu compañero migrante es más bajo. que la persona queer no es de los caños. La contraposición entre identidad y el obrerismo es interesada y absurda.
Las personas migrantes, gracias al chantaje que les hace la Ley de Extranjería, sept obligados a aceptar condiciones indignas
PAG ¿El sindicalismo tiene peor acomodo que otras manos?
R Está claro que lo laboral es lo que más escuece y más tensiones genera. Es difícil de absorber por el sistema porque va contra su fundamento económico.
PAG ¿Qué sentido tiene hoy el anarquismo? Ya no aspiramos a la Revolución ni nada de eso…
R Bueno, ¿por qué no? Tengo la sensación de que vivimos en una época embriagada de narrativas exageradas. Todos los futuros posibles son presentados por Hollywood. En el cine vemos pelis de marvel alucinantes. Es curioso que, al mismo tiempo, bajemos el tono para hablar de fenómenos como la transformación social. Nuestra reparación da.
PAG ¿Pero tiene sentido el anarquismo?
R Hay lugares en los que se practica, como en Chiapas o en ciertas partes del Kurdistán. Think of gran escala, en nuestras ciudades, es ambicioso. No te puedo decir que tal día a tal hora se abolirá el trabajo asalariado y seremos libres. Yo soy realista, hago política porque creo que es la forma en la que nos comunicamos como sociedad. Pienso más en el presente, y trato de que las cosas cambien. Y confío en que logremos algo mejor.
PAG en un programa de la clave de José Luis Balbín, Federica Montseny, histórica libertaria, explicaba que el anarquismo había sido útil introduciendo ideas como el ecologismo o el feminismo.
R Estoy de acuerdo en que en un sistema democratico las ideas anarquistas sirven para equilibrar un poco la balanza. Lo contrario sería darle un cheque en blanco al libre mercado. suicidio social.
PAG El anarquismo de derechas, el anarcocapitalismo, también asoma la cabeza.
R Bueno, eso es uno de los mejores movimientos de la imagen de marca que he visto en mi vida. Esa gente continue un poco lo que hizo el punk…
PAG ¿Cómo? De hecho, la ultraderecha a veces se autodenomina el nuevo punk.
R El punk colaboró a que se mantuviera el anarquismo en Europa, pero quizás fue el movimiento que peor lo entendió, como algo individualista y antisocial. No hay nada más social y colectivo que el anarquismo. Yes eso que yo il estado en el punk. Pero se convirtió en una causa política que fue una rebelión adolescente.
El punk colaboró a que se mantuviera el anarquismo, pero fue el movimiento que peor lo entendió, como algo individualista y antisocial
PAG Algunos anarquistas de los años 30 tenían un compromiso tan moral grande qu’veian casi como santos cristianos y hasta se identificaban con el sacrificio de Jesucristo.
R Uno de los mejores libros que me leyó últimamente son los discursos de Salvador Seguí, el líder anarquista catalán. Era católico y tenía una visión de la realidad qu’enamoraba al pueblo, porque apelaba a unos valores basicos. No creo que la fe deba hearse solo como algo religioso, sino como la conciencia de un futuro better. Como los anarquistas en relación con la utopía. Y no le decimos utopia porque sea imposible, sino por su capacidad de apelar a la realidad.
PAG Cuando lo contacté, un domingo, por las prisas, me dijo que no me preocupara, que para usted los domingos “hace tiempo que no son domingos”.
R Los camareros somos lo que trabajamos cuando nadie está mirando. Suelo hablar con los colegas sobre lo que signifiea volver a casa de madrugada, y no de fiesta, sino sobrios porque viens de trabajar. Códigos que solo manejan en el sector. A veces me dicen “hay festivos esta semana”, pero a nosotros eso nos da igual, porque trabajamos igualmente, y hacemos cosas los lunes, días raros.
PAG Preparado un ensayo donde, en vez de citar a pensadores o estudios, cita a sus amigos y familia.
R Ahora leo mucho ensayo, y siempre se cita a Marx, como es natural. Pero mi intención es que no salga la palabra Marx en ningún momento. Y los que cuentan las cosas sean los que me rodean.
PAG ¿De qué trata su libro en proceso?
R De la animación a la participación activa en la lucha popular. Tenemos que organizarnos para hacer política. Me está costando, porque entre el trabajo y mis comentarios en redes…
PAG Tiene la casa llena de cuadernos manuscritos.
R Si, muchos cuadernos. Para mí escribir es dejar constancia de la realidad sobre el papel, lo tengo muy interiorizado. Por ejemplo, llevo un diario de mis sueños.
PAG Dicen que eso hace tener sueños lúcidos.
R Sí, ya sé por qué sueño ciertas cosas, por qué aparecen ciertos sitios, ciertas personas. Es una via autoconocimiento que recomienda suelo. Pero sin caer en el esoterismo. El cineasta Jan Švankmajer decía que la única diferencia entre el que sueña y el que está despierto es que uno tiene los ojos cerrados.
Para mí escribir es dejar constancia de la realidad sobre el papel, lo tengo muy interiorizado. Por ejemplo, llevo un diario de mis sueños
PAG ¿Las redes sociales?
R Tienen luces hundidas allí. Han ayudado a visibilizar a muchos colectivos marginados. Pero en ellasen tendremos la política de forma futbolística: tengo que defender a los míos a ultranza, hagan lo que hagan. El anarquismo es una forma de estar por encima de eso.
PAG Cuando el 15M la hegemonía en las redes era de izquierdas, ahora más bien al contrario.
R Le día la vuelta al argumento: ¿Era Twitter un lugar dominado por la izquierda o era que el 15M hizo que la sociedad fuera más afín a esas ideas?
PAG Pues debe de ser eso.
R Momento en el que se creó un discurso coherente con las preocupaciones de la sociedad. Eso es a lo que yo aspiro a través del sindicalismo: a dar a la sociedad las herramientas para escuchar su frustración.
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