En Montreuil (Seine-Saint-Denis), la perspectiva de las obras de renovación de la piscina Maurice-Thorez, con vistas a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos del verano de 2024, no solo inquieta a los habitantes de la ciudad o a los locales club de natación. También privarán a los saltadores y clavadistas a 10 m del equipo francés de su lugar de entrenamiento en Ile-de-France durante varios meses, obligándolos a exiliarse, incluso en el extranjero.
“No hay otros trampolines de 10 m en Ile-de-France. Sabíamos que este problema sucedería, pero no tan pronto., dijo a la Agence France Presse el director técnico nacional (DTN) de la federación francesa de natación (FFN), Julien Issoulié. Los trabajos de desarrollo del estadio náutico, que albergará especialmente los entrenamientos de waterpolo durante los Juegos, comenzarán en septiembre. Pero finalmente se anticiparon y empezaron a finales de marzo.
Esta situación ha sacado de sus goznes al ex campeón de Europa de clavados, Benjamin Auffret, ahora retirado, que se mostró indignado ante este escenario. “Las Olimpiadas en casa son cada 100 años. Ahora, nuestros atletas, nuestros clavadistas que han trabajado toda su vida para esto, están siendo privados de su lugar de entrenamiento a un año de este evento. Y les vamos a pedir medallas”.tuiteó.
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Sin embargo, después de varios días de negociaciones entre la FFN y la Agencia Nacional de Deportes, se encontró una solución. “Tratamos de repensar el programa de entrenamiento y preparación. Habrá una mezcla con etapas más largas de lo esperado, especialmente en Estrasburgo, y con nuevos sitios como Aix-la-Chapelle en Alemania., explica Julien Issoulié. Los costos que genere este nuevo programa de capacitación serán asumidos por la ANS, asegura la DTN, que dice “realmente feliz de haber encontrado una solución”.
Para los habitantes de Montreuil, el club local y los escolares, por otro lado, llevar la piscina a los estándares federales y olímpicos es sinónimo de virtual privación de la natación hasta septiembre de 2024: ya no tendrán acceso a una sola infraestructura, la Piscina de Murs-à-Pêches, con su piscina de 25 metros y su piscina de aprendizaje, donde tendrán que ir a los pueblos vecinos, lo que plantea problemas de transporte y vigilancia.