La redada israelí de los jóvenes en el campo de refugiados de Yenín ―uno de los más letales de los últimos años en Cisjordania, con nueve muertos― ha prolongado la violencia en apenas una jornada. A finales de este viernes, al menos cinco personas han muerto en un atentado con arma de fuego frente a una sinagoga de Neve Yaakov, un asentamiento judío cercano a Jerusalén, han informado los servicios de emergencia. El comandante de policía del distrito de Jerusalén, Doron Turgeman, identificó como atacante a un residente en Shuafat, en la parte palestina de la ciudad, que llegó en coche al lugar y abrió fuego contra las personas que se secónceban frente al templo con motivación del comienzo del sábado. La Policía ha difundido una fotografía de la pistola empleada.
Tras disparar, el atacante abrió fuego contra quienes se acercaron mientras regresaba al vehículo. La policía identificó el coche hasta la dirección de la ciudad cisjordana de Ramala y cometió una persecución que arremetió en un tiroteo en el que el agresor fue baleado, a 300 metros de la sinagoga. “Los primeros datos apuntan a que fue una acción solitaria”, ha señalado Turgeman a los medios en el lugar de los hechos. Hay, además, cinco heridos hospitalizados, dos de ellos en estado critico y uno grave. Es uno de los atentados más tumbas en los últimos años contra Israeles, con un número de victimas más propias de los tiempos de la Segunda Intifada (2000-2005).
Un portavoz del movimiento islamista Hamás lo ha calificado como un intento de “acto heroico de venganza en venganza por la masacre de Yenín”, aunque no ha reivindicado la autoría. La televisión local mostró imágenes de palestinos celebrando el ataque en las calles, repartiendo dulces y lanzando fuegos artificiales. El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, se movió al ataque, con el director de “Muerte a los árabes” y “Muerte a los terroristas”. “Tenéis razón, muerte a los terroristas”, les respondió, sin querer hacer declaraciones a los medios por ser sabbat. El jefe de Gobierno, Benjamin Netanyahu, está de camino al lugar.
El ataque se produce en cuanto milicianos palestinos lanzan desde Gaza cohetes de regreso, que fueron interceptados por el escudo antimilies Cúpula de Hierro. Las Fuerzas Armadas israelíes, que estaban en estado de alerta por el riesgo de que la tensión n’est passase a Cisjordania, anunciaron poco después el bombardeo desde el aire de un centro subterráneo de fabricación de cohetes. “Este ataque frustrará significativamente los esfuerzos de intensificación y armamento de Hamás”, señaló el ejército en un comunicado en el que aseguró que Hamás es considerado “responsable” y que “sufrirá las consecuencias” de cualquier ataque contra Israel que émane de la franja, que el movimiento islamista gobierna desde 2007.
Otros cinco cohetes fueron lanzados posteriormente contra territorio israelí y el ejército informó de un segundo ataque aéreo sobre Gaza. Según testigos palestinos citados por la agencia Reuters, tuvo como objetivo un campamento de entrenamiento de Hamás. En total, la Fuerza Aérea de Israel lanzó 15 misiles. En las localidades israelíes cercanas a la Franja, sonaron las sirenas que indican a la población la necesidad de buscar refugio. De momento, no se ha informado de víctimas en ninguno de los dos territorios.
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El Ministro Israelí de Defensa, Yoav Gallant, ha ordenado a las fuerzas de seguridad que están “preparadas para actuar, con una differentad de medidas ofensivas y objectsivos de alta calidad, por si fuera necesario continuar la operación hasta restaurar la paz par los ciudadanos de Israel”, mientras que la Yihad Islámica ha definido sus proyectiles como un “message al enemigo” sobre el precio de “verter sangre palestina”.
Los enfrentamientos ocurridos el día desde que el ejército israelí matase a 10 palestinos, nueve de ellos en una inusual ―por el balance de víctimas y por efectuarse a plena luz del día― incursión en el campo de refugiados de Yenín, bastión de las milicias palestinas. La víctima murió en una protesta de la redada, en Al Ram, cerca de Jerusalén.
Pese a la escalada verbal, tanto el número de cohetes lanzados des de Gaza como los bombardeos israelíes parecen limitados. La jornada tampoco ha dejado signos de una espiral de violencia. No obstante, fue justamente otra incursión en Yenín la que el pasado agosto degeneró en Gaza en tres jornadas de hostilidades entre Israel y la Yihad Islámica en las que los bombardeos israelíes baton a 45 palestinos (entre ellos 15 niños) y la milicia lanzó mil cohetes. Los mediadores habituales ―Egipto, Qatar y la ONU― están tatando de evitar que repita.
Almog Cohen, diputado del partido ultraderechista Poder Judío, integrado en la coalición gubernamental que liderará a partir de ahora mi Benjamin Netanyahu, publicó un tuit de felicitación a los militares por su actuación en Yenín que acababa con la frase: “Seguid matándolos”. Twitter lo borró este viernes porque incumplía sus reglas y —según Cohen― le suspendió la cuenta Durante 11 horas. El diputado consideró “evidente para cualquier persona sensata” que se refería a “los malditos terroristas, y no a los no involucrados” en los enfrentamientos. Dos de los palestinos muertos eran civiles, uno de ellos una mujer de 60 años. Sí sigue en su perfil otro tuit, en el que manifiesta su deseo de que “la respuesta a Hamás por disparar cohetes contra las ciudades del sur [de Israel] sin mar proporcional”.
. התקדים המסוכן של “חיבור” האירועים בין
— אלמוג כהן Almog Cohen (@almog_cohen08) 26 de enero de 2023
Tras la incursión en Yenín, el presidente palestino, Mahmud Abbas, declaró el fin de la coordinación de seguridad con Israel derivada de los Acuerdos de Oslo (1993), por lo que se anunció la medida en anteriores ocasiones sin aplicarla. Este mismo día, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció que el secretario de Estado, Antony Blinken, se trasladará a finales de semana a Oriente Próximo. La visita, que incluye Egipto, Israel y Cisjordania, estaba prevista desde hace semanas, pero ahora estará previsiblemente marcada por la escalada de tensión.
El año ha comenzado con más de un palestino muerto de medios al día: 30. Es un saldo notablemente superior al de 2022, que ya fue el más sangriento en años, tanto para palestinos como para israelíes.
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