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«A los 8 años me hice cargo de mis hermanos»

«A los 8 años me hice cargo de mis hermanos»

Representantes de 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires participaron en la quinta edición del Campeonato Federal del Asado para definir al mejor parrillero o parrillera del país, por lo que la prueba consistió en cocinar bondiola, riñón y un plato característico de la región de cada asador El ganador fue el formoseño Germán Caballero.

Unas 400 mil personas se acercaron hasta la avenida 9 de Julioentre Corrientes y Avenida de Mayo, para celebrar el concurso del plato más tradicional de Argentina, organizado por el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción porteño, que comenzó a las 10 y finalizó a las 18.

Seleccionados por la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (Uthgra) CABA, mediante convocatoria abierta, 24 participantes se dividen en tres grupos de ocho, donde tenian que realizar una bondiola, en el punto de cocción que quisieran; a porción de riñones y un plato característico de su provincia, además de verduras que podrían aparecer como acompañamiento de los cortes anteriores o cuarto plato.

Germán Caballero, de boina, fue el máximo ganador del certamen.  Foto: Rolando Andrade


Germán Caballero, de boina, fue el máximo ganador del certamen. Foto: Rolando Andrade

Pasado el mediodía, miles de personas comenzaron a congregarse en el centro porteño para comer platos como bondiola braseada, choripán o sánguche de vacío. Se vio a muchas familias sentarse en las plazoletas cercanas al Obelisco para degustar los platos de los 60 puestos que se encuentra en la avenida 9 de julio.

Un campeón inesperado

Creyente y devoto de la Virgen, Germán Caballero no puede creer lo que está viviendo. «Parezco Messi con tantos periodistas», grafica el formoseño de 33 años, papá de un hijo de 3, mientras se refriega los ojos, no creyendo estar viviendo esta realidad, rodeado de una madeja de micrófonos, cámaras y celulares. «Perdón, estoy nervioso, nunca vestido de público… Sea de un pueblito de mil habitantes atrás». Caballero vive en General Mansilla, a 70 kilómetros de la capital formoseña, sobre la margen ribereña del río Bermejo.

«Estas cosas se dan por algo. Yo no tenía idea de este torneo y dos amigos míos, enterados, me contaron pero muchas bolas no les dí. Me acuerdo que yo estaba haciendo unas entregas de comida y andaba preocupado con unos platos que debía entregar .’¿De qué campeonato me están hablando estos pibes?’, he pensado. Pero hoy Dios quiso que estuviera aquí y pudiera levantar este premio tan importante, porque Sé que se me abrirán puertas que, de otra manera, sería imposible».dice levantando la pesada copa con el diseño de una parrilla bañada en plata.

Germán Caballero, en el centro y con el premio, junto a Carlos Alfieri (segundo, de Entre Ríos) y Pablo Tejeda (tercero, San Juan).  Foto: Rolando Andrade


Germán Caballero, en el centro y con el premio, junto a Carlos Alfieri (segundo, de Entre Ríos) y Pablo Tejeda (tercero, San Juan). Foto: Rolando Andrade

Dice Caballero que la comida le salvó la vida, valga la redundancia. «Eres muy chico, tenía 8 años y tuve que hacerme cargo de mis hermanos y cocinarles Porque mi papá tenía que trabajar en el campo y mi mamá estaba enferma y estuvo en cama varios años. Fueron tres años duros, difíciles, porque yo quería ayudar a mi madre, pero tenía que darles de comer put hermanos y tuve que aprender a cocinar lo que fuera… Obviamente tuve facilidad, porque con las recetas de mama yo iba experimentando en la cocina y ese aprendizaje forzado fue una base basic».

Se emociona hasta las lágrimas Caballero mientras habla con Clarín. «No puedo dejar de pensar en mi hijito, en mis viejos que me mejoraron como chef y en mis dos amigos. La insistencia de ellos por anotarme en el torneo fue clave. Hoy sé que tendré otras posibilidades y quizás deje de hacer cocina nómada para establecerme en algún lugar», cuenta quien se gana la vida fusionando la cocina litoraleña». Por ser el campeón argentino, el formoseño competirá en noviembre en el Campeonato Mundial de Barbacoa que se realiza en Costa Rica.

"Si algo no me imaginaba era recibir el premio de campeón del asado en el Obelisco.  esto es un sueño", de Germán Caballero.  foto Rolando Andrade Stracuzzi ley 11723 - FTP CLARIN RAS_4815.jpg Z Invitado


«Si algo no me imaginaba era recibir el premio de campeón del asado en el Obelisco. Esto es un sueño», de Germán Caballero. foto Rolando Andrade Stracuzzi ley 11723 – FTP CLARIN RAS_4815.jpg Z Invitado

Mira el Obelisco, que tiene metros detrás y sigue pensando que se trata de un sueño. «Estar acá en Buenos Aires, en esta plaza y con la copa de campeón tiempo inimaginable… La verdad que ya me alcanzaba con estar entre los seis finalistas. Pensé que podía llevárselo Carlos (Alfieri, entreriano), que es un crack, pero me tocó a mí… Quizás es un premio a la constancia, a la paciencia ya no bajar los brazos nunca».

A la hora de buscar las razones ha conocido la consagración, Caballero no lo duda. «Ahora es fácil decirlo, pero una vez que pude controlar los nervios, porque nunca me paso de tener que cocinar presionado con un cronómetro que me marcó el tiempo, sabía que podía llegar a portar algo diferente. Y así fue que con mis conocimientos de fusión de cocinas y mezcla de sabores, pude imponer la cocina de autor. La creo diferencia que el hice en el gusto, de uso en maní de carne, miel, cedro de paraguayo, mandioca y cáscara de naranja».

Clarín pudo cotejar con cinco de los quince jurados que Caballero era uno de los que perfilaba como posible favorito junto con el entreriano Alfieri. «El sabor del vacío de este muchacho -por Caballero- es tan increible como natural. Ya la presentacion te entraba por los ojos, luego el aroma gracias a un fuego justo y al instante el paladar agradecido», ilustró Natalí Suárez Pardo, la puntana que obtuvo el trofeo el año pasado y hoy era una de las que debía juzgar».

El riojano Diego Maldonado, quien salió segundo en 2022, también jurado, ya le había puesto el ojo al formoseño. «Germán es el distinto, tiene una característica que no se la vi a ningún otro finalista, que tiene que ver con la fusión del fuego con lo gourmet que le da una sofisticación especial a la carne. Y además, tiene otro atributo para esta competencia, que es que la puesta en escena de su plato te entra por los ojos».

Cree Caballero que este premio «permite ser más flexible a la hora de pensar en un amplio rango de cocinas. No hay una o dos o tres recetas, tampoco hay secrets ni fórmulas, esto pasa por el ingenio, la creativa y el ensayo. La cocina en toda su dimensión es prueba y error. Hoy me toca celebrar porque hice bien las cosas pero puede pasar que me equivoque, como me paso a lo largo de mi vida. Pero a la larga, en la cocina y también en la parrilla se premia al que arriesga».

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By Betania Malavé