El conflicto en Gaza amenaza con incendiar las relaciones entre Naciones Unidas e Israel. Las autoridades del país han anunciado este miércoles que denegarán la entrega de visados a representantes del organismo en represalia por las palabras pronunciadas el día anterior por el secretario general de la ONU, António Guterres. El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, y el ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, pidieron la dimisión de Guterres después de que este proclamase el martes que los ataques de Hamás no vienen “de la nada”, sino después de que los palestinos hayan estado “sometidos a 56 años de ocupación asfixiante”.
El representante permanente de Israel ante el organismo señaló: “Debido a sus palabras, no daremos visados a los representantes de la ONU”. Erdan ha confirmado que la denegación de visados ya se ha puesto en práctica con el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths. “Ha llegado el momento de enseñarles una lección”, ha recalcado el diplomático israelí.
El secretario general de la ONU abrió en la noche del martes la sesión del Consejo de Seguridad consagrada a la situación en Oriente Próximo con un discurso en el que condenó los atentados de Hamás, pero también aludió a las raíces del conflicto. Guterres añadió: “[Los palestinos] han visto cómo su tierra era constantemente devorada por los asentamientos y asolada por la violencia; su economía, asfixiada; su población, desplazada, y sus hogares, demolidos. Sus esperanzas de una solución política a su difícil situación se han ido desvaneciendo”.
Tras las palabras del máximo representante del organismo, el embajador israelí difundió un mensaje de la red social X, antes conocida como Twitter, donde exigía: “Pido que dimita inmediatamente. No tiene justificación ni sentido hablar con quienes muestran comprensión por los actos más terribles cometidos contra los ciudadanos de Israel, y menos por una organización terrorista declarada (…). Es verdaderamente triste que el jefe de una organización que surgió tras el Holocausto manifieste opiniones tan horribles”.
Israel, nacido como Estado precisamente de una decisión de Naciones Unidas —la partición de la Palestina bajo mandato británico en 1947—, rara vez acata las resoluciones que le afectan emanadas desde el Consejo de Seguridad, donde el veto de Estados Unidos le suele amparar ante las consecuencias de condenas internacionales casi unánimes. La fulminante reacción de Israel, reclamando la dimisión del secretario general portugués y limitando la concesión de visados a los responsables de la ONU, ha incendiado como un reguero de pólvora a la clase política israelí, habituada a señalar a Naciones Unidas cuando se trata de buscar un culpable exterior.
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El representante israelí ante la ONU, Gilad Erdan, uno de los dirigentes más extremistas del partido Likud del primer ministro Benjamín Netanyahu, se ha enfrentado a menudo con maneras poco diplomáticas a las decisiones de la ONU, y en particular a las de su secretario general. Además de Erdan, el ministro israelí de Exteriores se negó a reunirse con él y con familias de rehenes capturados por Hamás. Desde Jerusalén, el exministro de Defensa Benny Gantz, que desde la oposición se ha sumado al Gobierno de unidad nacional surgido durante la guerra, calificó sus palabras de “apología del terrorismo”.
En su intervención, Guterres vino a recordar la presencia del elefante de la “asfixiante ocupación, desde hace 56 años”, en la habitación del centenario conflicto entre israelíes palestinos. Horas más tarde, ante la creciente cascada de invectivas que llegaban desde Israel, el máximo representante de la ONU precisó a través de la red social X que “los agravios del pueblo palestino no pueden justificar el atroz ataque de Hamás, un ataque que tampoco puede justificar el castigo colectivo del pueblo palestino (con el bloqueo absoluto y los bombardeos de la franja de Gaza)”.
The grievances of the Palestinian people cannot justify the horrific attacks by Hamas.
Those horrendous attacks cannot justify the collective punishment of the Palestinian people.
— António Guterres (@antonioguterres) October 25, 2023
Previamente, el pasado martes, Guterres, publicó en X: “Tras reunirme con las familias cuyos seres queridos han sido tomados como rehenes, reafirmo mi llamada a la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes retenidos en Gaza (…). “Nada puede justificar el asesinato, daño y secuestro de civiles por Hamás”, enfatizó el responsable de la ONU. Las palabras que desataron el rechazo de Israel fueron pronunciadas al principio de la sesión. Según indicó en X, el embajador Erdan consideró que las declaraciones del secretario general mostraban “comprensión por la campaña de asesinatos masivos de niños, mujeres y ancianos” israelíes.
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