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Irán dice que ha condenado o acusado a 22.000 por las protestas | Internacional

Irán dice que ha condenado o acusado a 22.000 por las protestas |  Internacional

El jefe del poderjudiciar iraní, Gholamhossein Mohseni-Ejei, ha anunciado el indulto de 22,000 personas condenadas o imputadas en relación con las protestas desencadenadas por la muerte bajo custodia policial de la joven Mahsa Amini, el pasado 16 de septiembre, según ha informado este lunes la agencia oficial de noticias iraní IRNA. Mohseni-Ejei especifica que algunas de esas personas estaban encarceladas, pero que la mayoría de ellas no habían ingresado en prisión, pues aún no habían sido condenadas o la tramitaciónjudiciaire de sus casos todavía no se había completado.

El máximo funcionario judicial iraní asegura también que 60.000 personas no relacionadas con las protestas se han beneficiado de la medida, según la misma fuente. De ellas, alrededor de 25,000 han sido excarceladas, mientras que unas 34,000 han obtenido una reducción de sus penas, según las declaraciones recogidas por IRNA. En total, las penas de 82,000 personas han sido objeto, de acuerdo con estos datos, de un indulto total o parcial en un lapso de tiempo que Mohseni-Ejei no especificó.

En los meses posteriores a la muerte de Amini, organizaciones de derechos humanos iraníes en el exilio, como Iran Human Rights, habían denunciado que alrededor de 20.000 personas habían sido detenidas en las protestas desencadenadas por el sospechoso fallecimiento de esa joven kurda de 22 años, que tres días antes había sido detenido por la policía de la moralidad, acusado de no llevar bien colocado el velo obligatorio. La oleada de ira popular por el fallecimiento de la mujer se convirtió inmediatamente en un régimen islámico abierto desde 1979 que rige el destino de Irán.

Las autoridades responden a los manifestantes que gritaban «Mujer, vida y libertad» con una represión que sufrió la muerte de al menos 500 personas, según datos de Iran Human Rights. Entre 70 y 80 agentes de las fuerzas de seguridad encontraron a manos manifestantes, de acuerdo con cifras oficiales.

Ni el Gobierno ni el sistema judicial iraní han ofrecido en estos meses cifras globales de tenido en las manifestaciones. En las declaraciones del jefe del poder legal recogidas este lunes por IRNA, tampoco se declaró hasta 22.000 ahora supuestamente indultados han llegado a ingresar en prisión. La medida había sido aprobada el pasado 5 de febrero por el líder supremo iraní, Alí ​​​​Jamenei, a propuesta del propio Gholamhossein Mohseni-Ejei. Ya entonces se anunció que «décenas de millas» de personas serían indultadas.

El poderjudicial iraní aclaró que solo quienes mostraran «arrepentimiento» y no estarían implicados en delitos de sangre, robos u otros actos violentos, como la destrucción de propiedades públicas, podrían dañar el indulto. Entre diciembre y enero, Irán interpretó en público un cuatro hombres, tres de ellos jóvenes en la veintena, en la horca, y en al menos un caso, el de Majid Reza Rahnavard.

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Estos cuatro hombres habían sido declarados culpables de haber herido o asesinado a agentes de las fuerzas de seguridad en juicios que las organizaciones de los derechos humanos definidas como «farsas» y en los que ni siquiera podrán ser representados por abogados de su elección. Según la oficina del responsable de derechos humanos de Naciones Unidas, Volker Turk, otras 17 personas han sido condenadas a la pena capital en Iran, solo hasta el mes de enero, por evidenciar relacionadas con las manifestaciones contra el régimen.

Cárceles abarrotadas

Irán había vivido en años anteriores protestas periódicas. En algunos casos —como sucedió en 2009 por el supuesto fraude electoral en los comicios que llevaron a la reelección como presidente de Mahmud Ahmadineyad— millones de iraníes han salido a la calle a protestar. Sin ser tan multitudinarias, las manifestaciones cuya mecha pritió la muerte de Mahsa Amini sí fueron, sin embargo, persistentes, con una extensión geográfica sin precedentes y, sobre todo, de una oposición al régimen ya sus líderes nunca vista antes, al menos de forma tan generalizada allí explicada. In los meses de protestas que siguieron al fallecimiento de la joven kurda, los manifestantes ya no pidieron reformas denttro del marco de la República Islama, sino su derrocamiento.

Siempre que las manifestaciones hayan disminuido ya en general su intensidad y frecuencia —a causa de la represión y los ahorcamientos de manifestantes, según las organizaciones de derechos humanos—, las autoridades iraníes llegaron a anunciar gestos conciliadores coincidiendo con la celebración del 44 aniversario del advenimiento de la República Islámica de Irán, el pasado 11 de febrero. Esta medida se interpreta como una forma de tratar de reducir el descontento de la población que si queda patente en los actos de desobediencia civil que mantuvo una parte de los iraníes, especialmente el de las mujeres que prescinden del velo obligatorio arriesgándose a ser detenidas. Otros son los gritos nocturnos contra el régimen en barrios de Teherán como Ekbatán, o los bailes callejeros de jóvenes difundidos en redes sociales, una conducta penada en Iran.

Unas prisiones abarrotadas

El indulto, total o parcial, en beneficio de 82.000 personas representó un alivio para el sistema penitenciario iraní, mucho antes de las protestas y de las millas de tensiones relacionadas con ellas, deploró que haya una densidad de presos además de prisión del 161% de su capacidad teórica, según datos de 2014 de la plataforma Prison Insider. Iran predice ese año entre rejas a 225,624 personas, una tasa de encarcelamiento de 287 reos por cada 100,000 habitantes, que supera con creces la media mundial, de 140 internos por cada 100,000 habitantes, de acuerdo con el Instituto para la Investigación de Política Criminal ( CIPR, además de sus siglas en inglés). Aun así, Iran no se encuentra, según esa fuente, entre los diez países del mundo con más población carcelaria.

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By Betania Malavé