miDebido al alto costo de envío y la ausencia de verificación de la cuenta del destinatario, la transferencia instantánea sigue siendo poco utilizada en Europa. Para el desarrollador, la Comisión Europea fue adoptada el 26 de octubre de 2022 una propuesta de arreglo pasó mayormente desapercibido.

Este texto tiene como objetivo hacer que los pagos instantáneos en euros sean asequibles y generar confianza al exigir a los Estados miembros que no cumplan con un esquema de verificación de cuentas (“Confirmación del destinatario”, CoP) transeuropea. Sin embargo, esta decisión ha preocupado a algunos bancos y algunos actores del mercado de valores financieros, que ya han invertido grandes sumas para desarrollar sistemas nacionales de verificación.

Para luchar contra el fraude en las transferencias bancarias, varios bancos franceses han puesto en marcha, desde 2017, un sistema para verificar la identidad de las cuentas bancarias. Una primicia europea.

Llamado Diamond, este dispositivo, basado en mensajería Correo SEPA, permite a una empresa oa un particular verificar la afiliación de la cuenta bancaria a su destinatario. Es decir, para comprobar que no existe una usurpación de identidad y por tanto una apropiación indebida del pago en cuenta de un tercero.

Comprobaciones transfronterizas tediosas

Siguiendo esta iniciativa francesa, otros países europeos siguieron su ejemplo, implementando sus propios sistemas de verificación de CoP. Primero en Holanda por iniciativa de Rabobank, luego en Inglaterra a petición del regulador, que hizo obligatoria la participación de todos los bancos que operan en el territorio. Italia y España también han desarrollado sus propios sistemas de verificación.

Cada sistema nacional está compuesto por reglas de uso, procesos y diversas modalidades de participación. Así, algunos agrupan solo a los bancos, otros se extienden a organizaciones de terceros. Esta dispersión hace que los controles transnacionales sean tediosos.

Archivo 2019: Artículo reservado para nuestros suscriptores La vertiginosa transformación de la industria de pagos

Otro punto débil: ninguno de estos sistemas es capaz de realizar verificaciones de transferencias instantáneas. O bien, estos métodos de pago están creciendo. En Francia, por ejemplo, en 2021 representaron casi 62 millones de transacciones frente a los 45,5 millones de 2020, por un importe total de 111.000 millones de euros, según el Observatorio para la seguridad de los medios de pago de la Banque de Francmi.

Con solo un 2,6 % de cuota de mercado de métodos de pago en volumen y un 0,6 % en valor, estas transferencias siguen siendo marginales. El precio del servicio, la ausencia de verificación de la identidad del destinatario y el tiempo de retiro del pago, reducido a unos pocos segundos, son sin duda obstáculos para su uso.

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