El presidente, que encabeza hoy a los franceses en televisión, planea una nueva estrategia tras superar por poco la mocin contra su ley de las pensiones

Un regreso de Macron en las protestas contra el Gobierno.AFP

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Emmanuel Macron sostiene un panorama serio los cuatro como que le quedan de mandato: 70% de los franceses no le quiere, pierde apoyos en una Asamblea cada vez más hostil; en las calles de Pars se queman monigotes con su cara y se agitan pancartas donde se le manda a la guillotina y se le compara con el rey Luis XVI. La oposición y la calle le califican de autoritario y arrogante y los acusan de cargarse la democracia y depreciar a los franceses.

Su empeo por sacar adelante a toda costa la impopular reforma de las pensiones, a pesar de tener al pas en contra, arroja esta escena. El presidente reunió ayer a su Gobierno ya los grupos aliados en el Parlamento (Renacimiento, su partido, y Horizons y Modem) para ver que pasos seguir tras superar el lunes por los pelos las mociones de censura contra su controvertida reforma.

De momento, tanto Macron como la primera ministra, Elisabeth Borne, le han quitado importancia al hecho de que la mocin se quedase a slo nueve votos de triunfar y, por tanto, de tumbar la reforma y al Gobierno. La última censura, presentada en octubre, tuvo 239 apoyos. La del lunes: 287. Varias decenas de votos qu’illustran la decadence del Gobierno en el Hemiciclo.

La decisión de aprobar la reforma de las pensiones por decreto, sin voto parlamentario, tiene a Francia al borde del cataclismo. Hay caos en la Asamblea, cada vez más polarizada y donde el Gobierno está más solo. Hay caos en la calle, cada vez más inflamada, con miles de personas manifestándose a diario por todo el pas y ms radicales quemando basura y encendiendo contenedores.

«Macron se enfrentó a una situación muy difícil, de bloco, que es indita en la V República y de la que es difícil que salga bien parado, haga lo que haga», explica a EL MUNDO el politólogo Luc Rouban, de Sciences Po.

Para sobrevivir a largo plazo, el presidente necesita una nueva estrategia a corto. Hoy to go to los franceses in televisin para tratar de calamar los nimos y avanzaron algunas ideas, aunque de momento se descarta disolver la Asamblea, cambiar el Gobierno o convocar un referéndum sobre la reforma de las pensiones, según sellaron los colaboradores presentes en las reuniones que tuvieron ayer.

Ninguna de las opciones es buena para l. Disolver la Asamblea y convocar nuevas elecciones es la que menos. Sin mayora desde las ultimas legislaturas, tiene dos oposiciones en los escaos: la izquierda radical y la derecha radical. «Su partido tendra malos resultados y dara mas poder a estos polos»sello de experto.

Macron corre el riesgo de convertirse en un presidente inmvil, sin capacidad para poder sacar adelante el resto de reformas que planea por falta de apoyos en la Asamblea. «Podra buscar mayores circunstancias«, de Rouban. «Intentar pactar las reformas con la izquierda o la derecha, segn le convenga, aunque es complicado, su oposición crece».

Otra salida es cambiar el Gobierno ya la primera ministra. Le permitira pasar pgina, sacrificando la cara visible de esta reforma. Ayer, en la reunión que tuvo con su Gobierno, Borne dej claro que va a resistir. «No cambiara nada de fondo. El problema no es ella. Es la falta de confianza. A ojos de muchos, Macron se ha convertido en un presidente de derechas», de Rouban.

Al aprobar esta reforma tan impopular por decreto, «lo ha forzado todo, porque ha hecho una lectura presidencialista del artículo de la Constitución que se lo permite». Quera pasar a la historia como el presidente que moderniz Francia, pero podra hacerlo como el que aprob su reforma clave y sta le sentenci.

Los sindicatos celebran mañana una novena jornada de huelga general. Est la crisis de las basuras en Pars, con los trabajadores decididos a prorrogarla una tercera semana. Tambin la crisis para blocos y refinadores. Para evitar cortes de combustible y una playa de ratas, el Gobierno ha tenido que obligar a trabajadores de ambos sectores a volver a la actividad. Esto ha enfurecido an ms la calle. «El problema es que Macron cristaliza la clera y el odio personal de muchos ingleses. Todo se ha radicalizado», de Rouban.

Macron, quera pasar como el lder reformista, es sobre todo el de las revueltas. Su primer mandato estuvo marcado por la crisis de los chalecos amarillos y no cumple un año del segundo y ya tiene otro estallido social. «El problema es que no le queda un año de mandato, sino cuatro. Francia no puede estar en crisis permanente cuatro años», de Rouban.

La semana que viene a recibir al Rey de Inglaterra, que ha elegido una Francia en llamas para su primer viaje al extranjero tras su ascensin al trono. Después de que Macron tiene varios viajes internacionales, una va de escapar al incendio doméstico. Segn Rouban, «Francia está en un punto muerto político, ante el fin del macronismo. Cada vez es ms solo. Se vendi como un presidente de consenso y ha provocado conflicto. La mejor solución será convocar elecciones presidenciales pero entonces ya no serán ingobernables. señora año».

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