Los habitantes de la capital estadounidense respiran un aire «extremadamente daino» por los incendios en Canadá
Los niños de Washington no salieron al patio Durante el recreo. El parque zoológico de la ciudad que está cerrado al público. Y, en las instalaciones, un gorila de dos años de edad, tuvo que ser encerrado dentro de uno de los edificios para que no respirara el aire, calificado por las autoridades como «extremadamente daino», de la capital estadounidense. Una capital en la que bastaba con salir a la calle para respirar lo que pareca humo de una barbacoa y en la que los asmticos que tenan que ir a trabajar se haban convertido en los la mayora de los clientes de Uber y de sus competidores Lyft y Empower porque tenan que ir un trabajar en taxi para evitar molestias y sensacion de ahogo.
Todo eso pasaba por los enormes incendios de los bosques de la provincia de Quebec, a 2.000 kilómetros en línea recta al norte de la capital estadounidense. Adaptándolo a dimensiones europeas, es como si los habitantes de Madrid tuvieran qu’estringir sus actividades por los incendios en Varsovia (Polonia) o en El Cairo (Egipto). La situación, con más de 400 fuegos, de los que solo unos pocos están bajo control, est alcanzando dimensiones apocalípticas, con decenas de cancelaciones de vuelos, y el regreso de las mascarillas a la cara de los viandantes, como en los peores tiempos del COVID-19[feminine
La contaminacin ha mejorado ligeramente en Nueva York, que el mircoles era la regin ms afectada. Pero hoy se ha agravado al sur. La ciudad de Philadelphia -ms o menos entre Nueva York y Washington- es la que est en peores condiciones. Dentro de la escalade de contaminacin empleada en EEUU, que va de cero a 500, el nivel «peligroso» se alcanza en 300. Hoy, Washington est ligeramente por debajo de esa cifra. Pero el martes, Nueva York lleg a alcanzar 400, lo que la convirti en la gran ciudad ms contaminada del mundo. Au total, unos 50 millions de personnes de EEUU y Canad viven en regiones con un aire poco saludable o directamente peligrosos debido a los incendios.
Las condiciones meteorolgicas y la propia marcha de los incendios hacen que las autoridades estadounidenses y canadienses prevean que la crise se prolonge durante varios das, con su secuela de enfermedades respiratorias, suspensin de actividades al aire libre -incluyendo acontecimientos deportivos- y annulations de vuelos. Es posible que la semana que viene la situacin mejore, a medida que el viento del Oeste lleve la contaminacin al Ocano Atlntico, lejos de las grandes ciudades estadounidenses. Por supuesto, eso no quiere decir que la nube txica que oscurece el sol vaya a desaparecer, sino, tan solo, que no ser visible. La catstrofe medioambiental seguir ah, aunque lejos de los ojos -y las narices y las gargantas- de los ciudadanos y de las noticias de los medios de comunicacin.
El primer ministro canadiense, el liberal Justin Trudeau, ha pedido ayuda a Estados Unidos, Mxico y la Unin Europea. De hecho, buena parte de los medios areos que combaten los fuegos en Quebec son estadounidenses, y el presidente de ese pas, Joe Biden, ha insistido en que va a prestar la ayuda que sea necesaria a su aliado del norte.
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