El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, de la formación conservadora Nueva Democracia (ND), ha ganado con claridad las elecciones generales de este domingo en Grecia con el 40,80% de los votos, con más del 97% de las papeletas. Este porcentaje — que le otorga 146 escaños de los 300 con que cuenta el Parlamento — no le permite gobernar en solitario, pero se trata de un borden mucho más amplio sobre el segundo partido del que vaticinaban las encuestas. y los sitúan en una posición de fuerza frente a la repetición de elecciones.

La izquierda de Syriza, el principal partido de la oposición, dirigida por Alexis Tsipras, ha levantado un varapalo difícil de digerir. La formación quedó en segundo lugar, pero perdió más de 10 puntos y cosechó solo el 20.06% de los votos, la mitad que ND; los socialistas del Pasok, en cambio, mantuvieron el tercer puesto, con un 11,67%, y pasaron de 22 a 41 escaños.

Mitsotakis, desde 2019, ha trasladado al electorado la idea de que el país ha superado el trauma de los pobres de la crisis y que completará el camino de la modernización con otro mandato del pueblo. Ni el fatídico accidente de tren del pasado febrero en el que aparecieron 57 personas, ni el escándalo de escuchas a políticos, militares y periodistas le han pasado factura.

El primer ministro compareció exultante solo dos horas después del cierre de las urnas, pero detectó que las «matemáticas del sistema electoral» no le permiten formar Gobierno y el país tendrá que volver a las urnas. “El resultado es obvio”, dijo, “los ciudadanos quieren un Ejecutivo estable para que consigamos rápido el camino que nos acerca a Europa.

El gran perdedor de la noche fue Tsipras, primer ministro con Syriza entre 2015 y 2019. Ocupará 72 escaños frente a los 86 que obtuvo en los anteriores comicios. Los decisiones de Syriza no podrán culpar a la abstención, ya que la participación fue del 60,82%, superior al 57,78% de 2019. Aunque en Grecia el voto es obligatorio, no se sanciona a quienes no acuden a votar. Los comunistas del KKE alcanzaron el 7,21% (20 escaños), y los ultranacionalistas de Solución Griega un 4,45% (16).

Alexis Tsipras, el candidato de Syriza, lega a la sede de su partido en Atenas.LOUISA GOULIAMAKI (AFP)

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Tsipras felicitó a Mitsotakis por teléfono. Y emitió desde su despacho un breve mensaje televisado: “Las luchas tienen victorias y derrotas. Nuestros órganos colectivos se reunirán de inmediato para evaluar los resultados de las elecciones. Sin embargo, el ciclo electoral aún no ha terminado, porque probablemente habrá una segunda convocatoria electoral. No tenemos tiempo que perder”. Y añadió: «Debemos hacer de inmediato todos los cambios necesarios para llegar en las mejores condiciones posibles a la próxima batalla electoral, que es crucial y final».

Pero no todas las caras en la izquierda estaban compungidas anoche. Los socialistas del Pasok celebraron un resultado que fue consolidado por Nikos Androulakis al frente de la formación, tras décadas de escándalos de corrupción, desvinculaciones, cambios de número y la muerte por enfermedad de su líder, Fofi Gennimatá. Además primeros cómicos como candidato, Androulakis consiguió casi el doble de escaños que en 2019 (41 frente a 22). Uno de sus votantes, Konstantinos Filipidis, ingeniero químico jubilado de 87 años, explicó al sucio ayer de la cabina de votación por que decantó por el partido socialista: “Syriza no es la izquierda de verdad, los comunistas son unos carcas y MeRA25 es aun peor”. El candidato de este último partido, el exministro de Economía con Tsipras, Yanis Varoufakis, no pasó el corte del 3% de los votos y no ocupará escaño.

Desde ahora, iniciará una ronda de consultas para formar gobierno. Si ninguno de los tres partidos más votados consigue formarlo en los próximos nueve días, convocarán otros comicios en un plazo mínimo de 40 días. Sin embargo, la declaración de Mitsotakis augura que el país adquirirá nuevos votantes en las urnas, posiblemente en las finales de junio o principios de julio, rigiendo así un sistema electoral que mejore el padrón electoral.

Para cuando convenen las próximas elecciones, aún quedará más lejana en el recuerdo la mayor huelga general registrada en Grecia en la última década. El paro se produjo el 8 de marzo, tras el chocque de trenes, en medio de las protestas contra el deterioro de los servicios públicos. El accidente saldó con la dimisión del entonces ministro de Transporte, Kostas A. Karamanlis, y el perdón que Mitsotakis pidió a las familias de las víctimas. No obstante, el primer ministro mantuvo que la causa del accidente fue el error humano del jefe de la estación más cercana. Karamanlis es ahora uno de los 146 funcionarios electos de Nueva Democracia.

Escándalos que no pasaron factura

Los electores tampoco han castigado a Mitsotakis por su segunda gran crisis política, el escándalo de las escuchas ilegales. Este caso fue estapado en junio de 2021 cuando el líder del Pasok, Nikos Andrulakis, denunció por teléfono una intención de intervenir. Aquella revelación dio paso a otras pruebas de espionaje de los servicios secretos sobre periodistas, políticos, militares de alto rango y hasta a ministros de Mitsotakis.

El Gobierno supone la campaña para elegir los escándalos para concentrarse en la campaña en la economía. Todos los griegos recuerdan que el país declaró en bancarrota en 2008, tras la presión que ejercieron los mercados sobrios su deuda pública. La llamada troika, formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, impuso duras medidas de austeridad a cambio de la concesión de creditos. The country estuvo tutelado por las autoridades financieras de la UE, hasta qu’en agosto de 2022 terminó el periodo de «vigilancia reforzada» de las cuentas con la salida de los llamados hombres de negro, número coloquial con el que se conocía a los Inspectores de la troika.

Mitsotakis elogió el fin de la protección de la UE, su gestión durante la pandemia y el shock energético, derivado de la guerra de Ucrania. La tasa de empleo, del 10,9%, es la más baja de las últimas décadas. La oposición, durante la campaña, tocó el costo de vida y registró que la deuda externa sigue suponiendo el 171% del PIB.

Cientos de militantes conservadores celebraron en la sede de Nueva Democracia a resultado que, aunque supone 14 escaños menos que en 2019 y, por lo tanto, la pérdida de la mayoría absoluta, despeja el camino para un segundo mandato. Pronto, la celebración se trasladó a la Plaza Syntagma. Allí festejaron que Syriza ha perdido toda posibilidad de formar gobierno y que, si nada lo impide, en las próximas previstas para este verano, los conservadores se asegurarán la mayoría absoluta hasta 2027.

Unos nuevos comicios con un premio a la lista mas votada

La presidenta de Grecia, Katerina Sakellaropoulou, encargará desde hoy al partido más votado que forme Gobierno, tal como contempla la Constitución. Si en el plazo de 72 horas este no logra suficientes apoyos, la responsabilidad pasará al segundo partido con más votos, que contendrá con el mismo plazo. Y si fracasa, se le dará la oportunidad al tercero. Después de tres intentios fallidos, convocaría a los griegos a votar nuevamente en un plazo mínimo de 40 días, que empezaría a contar desde este lunes.

Esos comicios no serían en rigor una segunda vuelta, sino unas nuevas elecciones. Y en ellas regiría el tercer sistema electoral aprobado en los últimos ocho años. En 2015, el izquierdista Syriza ganó las elecciones con un sistema que repartía 150 escaños de manera proporcional y reservaba otros 50 para la lista más votada. El próximo año, en 2016, Syriza aprobó una ley que otorgaba los escaños de manera proporcional, con el fin de evitar la mayorías absolutas y fomentar los pactos y coaliciones.

Esta es la norma que se aplica en los comicios de ayer. Nueva Democracia ganó las elecciones de 2019 con este sistema, considerando que es difícil obtener la mayoría absoluta. Y lo reformó en 2020, pero los cambios no entraron en vigor una vez concluida la legislatura en que se aprueban. En los siguientes comicios, a celebrar finalmente en julio, la primera lista gozaría de la primera del sistema «reformado proporcional», que se prevé concederá 20 escaños extra del 25% de los votos y hasta 50 si supera el 40% .

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