Daniel Kretinsky aime les énergies fossiles, l’édition, la télévision, les journaux… Et la grande distribution, comme le confirme l’annonce, mercredi 22 mars, de sa montée au capital du distributeur Fnac Darty, dont il détient désormais plus de 25 % monedas. Esto lo convierte en el mayor accionista de la compañía. El multimillonario checo de 47 años (accionista indirecto de Mundo), rico con una fortuna estimada en 9.200 millones de dólares (8.400 millones de euros) por la revista estadounidense Forbes, es un inversor atípico: pone todas las direcciones en empresas o sectores en disputa, como los servicios de externalización de TI de Atos. En resumen, a menudo juega contra el ciclo. Y Francia, en este sentido, es uno de sus patios de recreo favoritos.

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A lo largo de los años y las adquisiciones, su patrimonio se ha estructurado, en Europa y particularmente en Francia, en torno a cuatro polos: energía, gran distribución, medios de comunicación y editorial, sectores sin sinergias entre ellos. “El checo está al acecho, atento a todas las oportunidades, escribió en 2020 Jérôme Lefilliâtre, periodista de Liberaren su libro de investigación señor k (Umbral, 288 páginas). Creer que Kretinsky vino a Francia con un propósito específico y planificado nos parece un error. »

Tras iniciar su carrera en el banco J&T, este abogado, egresado de la Universidad de Praga, cambió de rumbo muy pronto y apostó por el carbón y el gas. J&T crea un holding energético e industrial, EPH, y lo impulsa a su cabeza, en 2009. Sin duda ya tenía la ambición de hacer de EPH un gran grupo europeo diversificado, porque aparece como un europeo convencido. Se convertirá en la compañía energética número uno en Europa Central.

A lo largo de los años y mediante adquisiciones, sus activos se han estructurado en torno a cuatro divisiones sin sinergia entre ellas

En Francia, se consolidó realmente en 2018, con la adquisición del semanario Marianne y especialmente la reanudación, unos meses después, de las actividades francesas de la energética alemana Uniper, a contracorriente de los objetivos del acuerdo de París de 2015 sobre el clima. Esto le valió rápidamente a él, su abuela, el apodo de “emperador del carbón”. Y preguntas sobre su grupo, que entonces contaba con unas 300 empresas. En ese momento, el Tiempos financieros lo presenta como » uno de los negociadores los más importantes de Europa ».

Otra faceta del personaje entrevistado: su bulimia para la prensa. Con su presencia en el mundo de los medios, el hombre, que no tenía 15 años durante la «revolución de terciopelo» checa de 1989, quiere ser el defensor del pluralismo mediático, un pilar de la democracia a sus ojos. Pero el acuerdo secreto celebrado con un accionista de referencia de la Mundoel banquero de inversión Matthieu Pigasse, al entrar en la capital, pudo poner en duda su deseo de defender la libertad de prensa, que implica una ética de transparencia y sinceridad.

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